Un destello, breve, modesto al amanecer. Silencioso, como quien se ahogara, falto de aire, tras su beso; Y su cabello, que cede, con ya suelto. Riesgoso, a la mente es la almohada, y el canto y baile, previo a su beso.
Cada noche sin falta, me atormenta. El recuerdo, de lo que pudo ser y no fue. Y si tocara el broche de su falda, o sintiese sus besos de menta; Sueño cuerdo sería, de lo que fue y no pudo ser.
Oh, si la viera denuevo, me besaría como lo hace; Y si me reconociere, cantaría y bailaría primero. Si la viera, un destello faltaría, breve, modesto. Sería no el tormento, pero sería el broche de su falda, su cabello suelto y sus labios de menta.
