La noche me atormenta,
Me atormenta en sueños,
La veo mirandome, besandome;
La veo, siempre y despierto.
Promesas rotas,
Promesas que cuando hice, creí;
Yo me creí a mi mismo,
Y hoy me doy cuenta...
No reconoce el alma, el cambio del cuerpo,
Y lo que con ojos cerrados, prometemos...
No olvida el tiempo,
Lo que ante mi mismo juré, no se lo lleva el viento.
Sueño lo mismo, hasta el día de hoy,
Hasta el día de ayer, cada semana, cada mes...
Cuando me lo perdonaré?
Cuando me perdonaré el no haber sufrido más?
Cómo me engañaré, y diré que lo intenté o que todo lo di ya,
Pues me sobraron respiros, me sobraron fuerzas,
Me sobró cada noche que me atormentó,
Me sobró cada pensamiento que me señaló...
Cada segundo, que en sueños le beso.
Me siento en deuda, conmigo mismo;
Una deuda insaldable, promesa rota, sueño perdido,
Una vida que no viví...
Y que no viviré jamás.
