Capítulo 2

438 57 40
                                    

Nakahara Chuuya mira profundamente el kimbap¹ triangular en su mano, como si estuviera perdido en sus pensamientos, y decide abrir el envoltorio lentamente, sintiéndose asombrado por su función digestiva, ya que estaba sintiendo mucha hambre mientras lo comía. De hecho, hay un proverbio de los ancianos el cual dice: "Luces mejor cuando mueres con un estómago lleno a cuando mueres de hambre".

Chuuya pensó que, si él moría después de comer, su cuerpo se convertiría en un resplandor de agua y el ángel de la muerte podría tomarlo como su amante. Pensamientos extraños perturbaron su mente mientras pensaba en su muerte.

Suspirando derrotado, murmura: –Si lo pienso bien, es muy aterrador. Mamá, papá, perdonen a este hijo desagradecido. Si es un pecado nacer gay, entonces no piensen que estoy muerto, será mejor que crean que me casé con una hermosa mujer y me encuentro en un lugar muy lejano... donde por suerte no llega la conexión a internet para que ninguno de ustedes pueda interrogarme.

Chuuya suspira por lo ridículo que está siendo y niega con la cabeza, para después morder un pedazo más de su kimbap.

Desde su infancia, su madre fue lo suficientemente única para darle un golpe en la nuca si se portaba mal o si era lo suficientemente estúpido para pelear dentro de la escuela con los niños que lo molestaban (ellos empezaron, no era su culpa). Si su madre se llegara a enterar que tuvo un amorío con un hombre que le quitó su pasaporte para usarlo como fianza de un préstamo, además de robarle el dinero para poder solventar sus estudios en el extranjero, probablemente ni siquiera diez vidas le alcanzarían para soportar su ira.

Apretando su mandíbula, escupe insultos al cielo: –Shirase, hijo de puta... ¿Qué significa eso de que si te denuncio me venderás a un club gay? ¿A quién estás amenazando, eh? ¡Estoy muriendo ahora, pero no olvidaré lo que me hiciste, pedazo de mierda! Definitivamente me convertiré en un fastasma y volveré a arrastrarte al otro mundo para que sufras conmigo, ya verás. ¡Si yo estoy mal, tú estarás peor, cabron!

¡Paaang!

Saltando sorprendido ante el sonido de una bocina, Chuuya se da la vuelta y mira con furia hacia atrás. –¿Pero qué mierda? ¡Qué escándalo! ¡¿Asumirás la responsabilidad si me muero de un infarto, hijo de puta?!

Al darse cuenta de a quienes había insultado, Chuuya maldijo por lo bajo. El kimbap que había estado comiendo cayó al suelo y el pelirrojo se pegó instintivamente a la pared del edificio a sus espaldas, pero aún mantenía su entrecejo fruncido y mirada obstinada, sin mostrar lo nervioso que estaba. No permitirá que nadie piense que es débil aunque sienta su estómago revuelto por el nerviosismo.

"¿Es esta la ola negra de la que tanto oí hablar?". Chuuya se estremece mientras observa atentamente la procesión de autos Mercedes Benz color negro que sólo había visto en películas. Los coches no eran sospechosos en sí, pero Chuuya sabía qué tipos de personas viajaban allí.

Si vives en Japón, es normal encontrarte con estos tipos al menos una vez.

Honestamente, este no es un buen momento, pero Chuuya repentinamente tuvo una idea muy loca: "¿Cómo sería tener a un mafioso de amante?".

Ese pensamiento se interrumpió cuando uno de los Mercedes Benz empezó a desacelerar frente a él en el momento en que estaba listo para huir y dejar de lado por un par de horas su idea de morir. Si bien puede defenderse de estos tipos, no funcionaría porque ellos están armados hasta los dientes y en un santiamén Chuuya terminaría desangrándose en el piso antes de dar un golpe. Simplemente rogó que no se fijaran en él, le ahorraría muchos problemas.

Es algo irónico que en una situación como esta, repentinamente decida burlarse en su mente y se vuelva sarcástico: "¿Qué debo hacer si el jefe se enamora de mí porque soy muy guapo? Dicen que los mafiosos son tan peligrosos que lo normal es que deba satisfacer a diez hombres a la vez...". Ante el rumbo que siguieron sus pensamientos, Chuuya se atragantó. "Oh, mierda, ¿y si eso sucede realmente? ¿Qué pasa si me desgarran allí y muero desangrado? No importa cuánto quiera morir, no quiero hacerlo así".

When A Prodigy Falls In Love | °𝘚𝘰𝘶𝘬𝘰𝘬𝘶° (Bungou Stray Dogs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora