Orys Baratheon:El Príncipe de la Tormenta

Capítulo 8

Tierras de la corona|Kings Landing|Año 294 D.C| Pov Narrador

Es necesario que me sigas a todas partes? - Orys pregunto suspirando cansado observando a su nueva espada jurada, el joven vestía una armadura totalmente nueva y brillante, y una mirada solemne mientras observaba a Orys.

"Se supone que lo haga mi príncipe, soy su escudo jurado" -

"Incluso si necesito usar el baño? " - el silencio fue la única respuesta que obtuvo a su pregunta, lo que nuevamente lo hizo caminar con resignación através de los pasillos.

Orys suspiro con exasperación antes de continuar su camino, no era que el odiara al joven caballero. Solo no le gustaba la idea de tener a alguien que siguiera sus pasos todo el día y supiera absolutamente todo lo que hacía. Más aún cuando ya era lo suficientemente malo tener que escabullirse de tyrion y ser barristan para lograr hacer sus andadas. Tener un escudo jurado solo significaba que tendría un testigo absoluto de cualquier cosa que hiciera. El príncipe se dedico a continuar su camino a lo largo de la fortaleza, Edmure únicamente se repego a orys como su sombra caminando en silencio.

Hasta esta mañana el joven caballero había sido convocado por la mano del rey tan solo para ofrecerle servir como escudo jurado del príncipe heredero. Una gran oportunidad que le traería honor así como una gran posición a futuro. Pues era probable que si servia bien el propio orys lo nombrará para su guardia real. Claro que Edmure era ambicioso, pero no de una mala manera. Apenas era un joven unos años mayor al propio príncipe y la idea de llegar a dicha posición era el sueño de cualquier joven caballero.

Ambos caminaron en silencio hasta las habitaciones del príncipe, al llegar frente a la puerta de estos orys finamente habló.

"Espera aqui, solo tardare un momento" - Aunque no del todo convencido, Edmure asintió y se posicionó al lado de la puerta montando guardia. Después de un par de minutos comenzó a preocuparse ante la perspectiva de que orys se hubiera escabullido para huir de él. La mano del rey le había advertido de la posible reacción del príncipe a la idea de tener un escudo jurado. Pero Edmure sabía que si entraba y orys estaba ahí podría poner al príncipe de su lado malo al haber desobedecido su orden. Sin saber que hacer se mantuvo en un dilema internó hasta que de un momento a otro y para alivio del joven caballero. El príncipe abrió la puerta aunque está vez su vestimenta era distinta. Lucía una camisa de tela sencilla como la de un campesino, un pantalón remendar sostenido por un cinturón de cuero. Aunque algo que logró llamar su atención fue que en el cinturón había una funda donde había una daga bastante curiosa.

"Ponte esto y entra" - orys extendió una capa de aspecto desgastado a edmure, quien confundido y sin saber bien como reaccionar. Se limitó a asentir y colocarse la capa mientras entraba y cerraba la puerta.

"Entonces tu debes obedecer todo lo que yo ordene?" - pregunto con estoicismo sin perder el contacto visual.

"Si mi príncipe" -

"Aun si mis padres lo desaprueban?" - volvió a preguntar sosteniendo una mirada expectante. Edmure abrió los ojos con sorpresa mientras el nerviosismo se apoderaba de él. Obedeceriá al príncipe aún si fuera en contra de los deseos de la reina o del rey?

Por una parte estaría respetando su juramento como caballero obedeciendo al rey de los siete reinos. Pero quebrantada su juramento a orys. Por otro lado si obedecía ciegamente a orys, esto podría ir en contra de sus juramentos como caballero. No fue hasta este momento donde el joven dondarrion entendió las crudas palabras de su padre, no importa cuanto tratara de hacerlo, no lograría cumplir todos sus juramentos.

Pero, si algún día aspiraba a convertirse en miembro de la guardia real. Eso significaría seguir ciegamente a su rey aún si sus órdenes hiban en contra de sus propias creencias o cualquier otro ideal. Internamente había tomado su decisión, pero no tuvo tiempo de hablar pues el príncipe malinterpretes el largo silencio como duda.