one shots | ( casmund )

FÚTBOL

En donde Caspian es un jugador de fútbol profesional.
En donde Caspian se enamora del cajero de un bar.

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Entró al bar con sus amigos, más que nada compañeros de equipo, amigos tenía pocos y definitivamente había gente que no le caía bien en esta ronda.

Se sentaron en la mesa, hace varios días que  venían saliendo a comer al mismo lugar, sin alcohol como les habían prohibido sus dietas estrictas y su equipo estricto. Ayer le tocó pagar a él, ahora le tocaría a el rubio del equipo. Caspian se ruborizaba cada vez que estaba a su lado, era una persona demasiado atractiva.

El rubio tocó (caspian jura que es accidental) el muslo de Caspian al querer acomodarse en su lugar. Las mejillas del pelilargo se volvieron e color rojizo tan rápido como Caspian pidió permiso para ir al baño.

Se dio cuenta que en los 4 días que estuvo viniendo a este lugar nunca fue al baño, tal vez era porque le daba vergüenza entrar y preguntar donde quedaba, cosa que tuvo que hacer ahora.

Se acercó a la barra y los bartenders estaban muy ocupados armando tragos y esas cosas que Caspian jamás pudo tomar. Se acercó a la caja, había un chico pelinegro concentrado anotando algo en unas hojas, no pudo ver su rostro hasta que habló.

- Disculpe - El pelinegro no lo escuchó- Hola?

- Qué? - Dijo algo confundido. Caspian estaba más rojo - Ah lo siento, tiene el ticket?

- Qué ticket?

- De la barra.

- Ah - Caspian no podía formular una palabra en la cabeza, el chico delante suyo era una de las personas mas lindas que había visto en tan poco tiempo - Emm...

- Qué? No entiendo señor.

- El baño. Busco el baño.

- El baño? Bueno allá donde hay un graan cartel neon que dice: baños, ahí está.

- Edmund! - se escuchó detrás suyo, el pelinegro rodó los ojos. Un chico rubio y alto vino a su lado - Qué te dije del trato?

- Perdón, es que es medio obvio lo del baño - susurró.

- Perdone señor... Caspian? Por dios, nunca tuve la oportunidad de hablar con ustedes o con alguno de los chicos del equipo, siempre se sientan afuera y solo me dijeron que estaban, no quise molestar. Estoy muy agradecido de que vengan a nuestro lugar.

- Dueño? - Quiso hablar con algo de autoridad, pero su voz y sus piernas temblaban con el chico pelinegro en frente suyo mirando.

- Encargado. Algún problema? - El cajero comenzó a atender a otras personas, entre ellos una chica le habló cortante y el le sonrió. Le sonrió a alguien más.

- Ningún problema, la comida y la atención es muy buena. El lugar muy bonito también. - Sonrió por primera vez en el bar.

- Gracias, de verdad. Significa mucho.

- No es nada, que tenga una bonita noche.

-Ante cualquier cosa busque a Peter Pevensie, que soy yo. Disfrute su velada.

- Adiós Edmund - Sonrió al cajero y fue hacía el baño, no podía respirar.

Salió del baño y fue hacía la mesa sin antes mirar a la caja de nuevo. Estaba allí, mirándolo.

- Te hiciste encima que te tardaste tanto? - Preguntó el rubio con una sonrisa, había olvidado que estaba nervioso por él.

- Me crucé al encargado y nos quedamos hablando.