"Espero poder salir de aquí algún día.
Incluso si me toma toda la noche o cien años, necesito un lugar para esconderme pero no encuentro alguno cerca.
Quiero sentirme vivo.
Afuera no puedo luchar contra mi miedo"Jeongin era un simple adolescente cuando fue marcado por un alfa al cual amaba.
Se convenció de que era lo correcto y con quien le gustaría pasar el resto de sus días a pesar de que el alfa no fuese tan fácil de tratar.
Creyó que todo estaría bien cuando en una noche de fiesta su alfa lo marcó sin su consentimiento.
Entró en pánico pero Jae lo convenció de que era su pareja y que tarde o temprano iba a llevar su marca en el cuello.
Cuando se lo dijo a sus padres no reaccionaron de la mejor manera, lo habían corrido de la casa con el pretexto de haberlos decepcionado.
Cuando fue a casa de Jae este lo recibió sin dudarlo y una vez más sintió que todo iba a estar bien.
Pero nada lo estuvo. Los días con el alfa eran horribles, le agredía tanto física como emocionalmente. Su vida se convirtió en un completo infierno donde la escuela se convirtió en su mayor refugio.
Y cuando el alfa lo echó a la calle después de verle con otro omega siendo un infiel de mierda, Jeongin pensó que ese sería su fin.
Con el poco dinero que había ahorrado consiguió un departamento donde se alojó.
La marca en su cuello picaba y después de un tiempo empezó a enfermar, le costaba respirar y vomitaba todo lo que comía.
Una noche simplemente sintió un vacío en el pecho, su cabeza dolía y se asustó cuando su olor no se percibió en la habitación.
Comenzó a llamar a su omega Yeon, pero este parecía haber desaparecido.
La sangre salía de su nariz cuando llamó a Jisung desesperado.
Su alfa había roto el lazo marcando a otro omega y entonces lloró, lloró por haber sido tan iluso. Por creer que el amor realmente existía.
Se desmayó en medio de lágrimas y solo recuerda haber despertado en un hospital.
Si no hubiese sido por Jisung y el doctor Ryeo que lo salvaron, no viviría para contarlo.
Fue muy difícil salir de todo. Tuvo que ir a terapia, tenía visitas constantes con el doctor de Jisung para que todo saliese bien respecto a él y a su omega. Consiguió un trabajo de medio tiempo en una galería de arte y asimiló que jamás tendría la oportunidad de estar con un alfa en el futuro.
Nadie quiere un omega marcado.
Pero entonces un día, su jefe le dijo que expondrían las obras de un reconocido pintor que recién regresaba a Corea.
Le pidió a Jeongin asistir en lo que ocupará aquel pintor en cuanto llegará a la galería.
Jeongin esperó ansioso, todos hablaban de un alfa. Tuvo miedo y no sabía porque estaba tan nervioso.
Pero lo supo una vez el alfa cruzó el umbral de la puerta.
A Jeongin se le había escapado el aire de los pulmones. Su omega se había vuelto loco en un instante al observar lo perfecto que era aquel alfa.
Traía el cabello rubio recogido en una media cola, caminaba con pasos elegantes, mientras sus manos estaban guardadas perfectamente en la gabardina café que portaba.
Lucía como una bella pintura surrealista.
Y cuando por fin lo tuvo cerca y el olor a cítricos le inundó, todo fue un desastre.
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Los alfas de Han Jisung -minsung-
FanfictionEra loco e impensable que pudiese existir un Omega capaz de formar un vínculo y estar destinado a dos alfas. En un mundo donde los omegas acostumbraban a tener un solo alfa, y donde los alfas, posesivos y territoriales se negaban a compartir el amo...