sᴡᴇᴇᴛ ʜᴏᴍᴇ [Hyunsoo X Tú]

4.

Estaba tranquila en mi apartamento al día siguiente después de estar con aquella chica y Hyunsoo.
Cuando de repente escuché unos gritos, por lo que me asomé por la ventana y vi a un hombre saliendo por ella.

-PAPÁ- gritaban los niños cuando de repente un monstruo enorme fue hacia aquellos pequeños.

Vi que Hyunsoo también estaba asomado a la ventana cuando de repente tiro una pantalla hacia el monstruo.
Aquel enorme ojo extraño fue directo a su apartamento, por lo que cogí unos dardos de mi padre.

Cuando entré vi que aquel bicho lo estaba ahorcando.

-EH TÚ, COSA FEA-
Y dicho esto le tiré un dardo, que dio justo en el centro del ojo.

El monstruo iba a moverse, pero se escuchó un disparo y se partió por la mitad.

-¿Qué ha sido eso?- dije yo y me asomé por la venta junto a Hyunsoo.

Había un hombre que con unos carteles nos decía como podíamos salvar a los niños, pero que primero fuéramos a su apartamento, Hyunsoo y yo nos miramos y accedimos.

-Bien, ¿tienes auriculares?- me preguntó él.
-Sí, espera, voy a cogerlos-

Fui a mi apartamento y los cogí.

-Bien, ya podemos ir-

Cómo estaba prácticamente al lado llegamos muy rápido.

-Me llamo Han Dusik-
-Yo me llamo Choi Misuk, encantada- hice una reverencia.
-Hyunsoo-

El hombre miró a mi compañero.

-Estás acojonado-

Hyunsoo lo ignoro y preguntó.

-¿Cómo vamos a rescatar a los niños?-
-¿Vamos?- preguntó ahora él, saliendo del sitio en el que estaba, iba en una silla de ruedas.
-No, yo no puedo-

Hubo un silencio bastante largo hasta que Dusik habló.

-Yo fui una leyenda en Cheonggyecheon, allí, si teníamos los materiales, podíamos hacerte hasta un tanque-

Hyunsoo soltó un simple "ah"

-Lo que quiero decir es qué puedo convertir tu palo en algo mucho más útil-

Hyunsoo se volvió a quedar callado.

-Dame ese palo, a qué esperas-
-¿Qué?-

Cómo vi que Hyunsoo iba más lento que una tortuga, agarré su palo y se lo di a aquel señor.

-Ah, el arma- dijo a lo bajo mi compañero.

Después de un largo tiempo, Dusik nos dio el palo de Hyunsoo que ahora era un arma que soltaba descargas eléctricas y mis dardos, que los hizo más afilados junto a un tirachinas para tirarlos.

-El arma del chico es mejor, usar la de él más que la tuya-

Los dos asentimos

-¿Podemos matarlos?-
-No, pero sí dejarlos inconscientes-
-¿Por qué no usamos la tuya?- pregunté yo.
-Porque solo tiene dos tiros, uno lo he utilizado y el otro es para...- he hizo un gesto de pegarse un tiro.
-Ya sabéis, por si las cosas se ponen difíciles-

Hubo otra vez ese silencio tan incómodo que siempre solía crear Hyunsoo.

-Buena suerte-

Y dicho esto nos fuimos.