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Estabas caminando por los pasillos, aunque aun sentias miradas hostiles hacia ti, ya no bajaste la mirada, todos te miraban así ya que supieron que Rook ahora era tu amante oficial, y como aun estaban bajo el hechizo de Ovette, te jusgaban en secreto, en verdad conformé ibas pasando ponías uno que otro cuervo en la sombra de quien te mirara, cuervo que esperaría el momento adecuado para agarrar la pluma e irse volando a tu lado, para quemarlas.
- s. Su majestad...- miraste al joven Eduard que se veía preocupado.
- Eduard, lindura que paso? Me alegro que White otra vez este en su hombro - dijiste acariciando a la serpiente que estaba siega, feliz de estar devuelta en el hombro de su amigo, a Ovette no le gustaba los reptiles así que cuando hechizo a Eduard, le ordeno que se deshacerse de la pobre serpiente, tu lograste salvarla y ponerla en su hábitat ya que sabías que era la única familia de Eduard.
- e..en primera Gracias por cuidar de White cuando estaba hechizaddo... - dijo apenado pero muy feliz.
- denada~ esque soy tan amable~ - dijiste sonriendo, feliz que Eduard regresara a la personalidad timida de antes.
- l. Lo segundo majestad... ¿Que hacemos con los demás hechizados? .... ¿Hay algo en que pueda ayudarle? - susurró el joven preocupado del estado del castillo a lo cual tu sonreíste.
- todos estan malditos por comer de los bocadillos de mi hermana... Para curarlos es sencillo... Pero para evitarlo~ tenemos que jugar un poco con la misma moneda de mi hermana - dijiste mirando las posibilidades, no querías ser igual de vulgar que esa mujer.
- dices que fue consumiendo una parte de ella ¿no? - pregunto apenado, asentiste - b. Bueno em .. y ¿si les damos algo de su sangre en forma de medicina? -
- oh, pero que buena idea... Pero tiene que ser muy pero muy diluido ¿Okey? - dijiste mirando al doctor.
- o. Okey y... ¿Enserio se siente bien su majestad? ¿No quiere que la revise? Después de todo ... Los venenos del rey no es un juego - dijo eso en verdad preocupado por su salud, no sabe lo que eres ahora, pero si esta seguro de algo, eres su reina y como su reina tiene que garantizar tu salud, tu le acariciastr el cabello como buen perrito que era.
- oh no te preocupes ~ estoy de maravilla, pero si te preocupa mi salud... Voy a mi chequeó mensual mañana! - dijiste alegre y el doctor te sonrió, para luego retirarse con una reverencia, tu seguías caminando hasta tu habitación.
Que cuando entraste te sentiste débil, callendo sobre tus rodillas, no lo entiendes, ¿Tal vez usaste mucha magia? Pero no era momento de ponerte débil, como pudiste caminaste al espejo de tu cuarto y recitas un encantamiento, donde al otro lado Dire se encontraba.
-oh! ¿Como estás polluela? ~ disfrutando de tu nuevo cuerpo~ - dijo Alegre mirándote, a lo cual tu sonreíste, recargando te sobre tu mesa y miraste a Dire.
- aunque.... Seré honesta, no recuerdo cual era nuestro trató, bueno me esta muriendo- dijiste divertida mirandolo y Dire rio.
- no te preocupes, el trató era el mismo cuando eras una polluela pequeñita ~ ahora dime Papa cuervo y olvídate de esa horrible familia - dijo contentó mirándote.
