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No fue facil para las otras bailarinas llegar tan siquiera un poco al nivel de emoción que tu presentación tomó, incluso cuando Bárbara salio a bailar una segunda vez... No fue como antes que todos la miraban y aplaudían, aun tenía gente que le aclamaba como fieles fans, pero la verdad no era como antes que le robo la mirada a todos con sus hombros expuesto, ahora solo era una bailarina más, causando que su frustración creciera.
Mientras tanto para ti, todos los caballeros que quisieron otro baile compraron mucho vino y comida para que la siguiente vez te tocará más veces, vaya, solo un baile y volviste a ser la favorita otra vez, reías divertida en tu camerino mientras te empezabas a arreglar llego un Eunuco a tu puerta.
- Carmín, El gran vicir te espera en la sala vip - dijo el chico.
- que me espere~ estoy en medió de mi tratamiento - dijiste mientras te arreglabas el cabello.
- p. Pero - dijo sorprendido y extrañado.
- dije, que estoy en medió de mi tratamiento, ¿Acaso quieres que mi cabello se maltrate? O decirle a mi padre que me interrumpiste? Después de todo a el no es un hombre que le guste que se dañe a sus niñas... Alejaran a los clientes - dijiste y el chico trago saliva para dar una reverencia.
Tu te regresaste a tu tratamiento y te tomaste tu tiempo en arreglarte, antes con solo saber que te llamaba tu corazón parecía bailar y querer salir de tu pecho, ahora no era el caso... Solo sentías dolor, pero te dijiste mentalmente que no vale la pena llorar por un hombre, un hombre que es incapaz de cumplir lo que quieres, por eso ya no esperaras por él, cuando acabaste estabas en un traje rojo caminando con la cabeza en alto a la sala vip.
Donde un Jamil que tenia una cara enojada estaba fumando opio y teniendo bebidas con comida a mas no poder, acostado en ese sofa rodeado de tantas almohadas, sus ojos afilados es como si tuvieras a una serpiente delante tuya, pero tu ya no caerías en esos ojos hipnotizantes, haciendo reverencia lo saludasté.
- Tardaste, ¿Porqué? - dijo serio mientras seguía en el sofá.
- eso importa? - dijiste ya alzando la cabeza mirándolo y este te miro enojado.
- tu baile... Fue hermoso... Pero no me gustó que ese bailé no solo fuera para mí - dijo ya tomando asiento y parándose caminando a tu alrededor - si querías llamarme la atención lo lograste.. pero recuerda nuestra promesa - te tomo de la barbilla - eso incluye no dejar que otros vean lo que es mío -
- ... Hablando de eso, no gracias - dijiste apartando tu barbilla.
-... Que? - dijo algo confundido.
- dije que no gracias... Ya no hace falta que cumplas la promesa señor Visir - dijiste mientras lo empujaste al sofa donde cayó sentado, tu pusiste un pié en la orilla del sofa y te miro sorprendido sin creerseló, ¿l o acabas de empujar? - soy mujer con principios Jamil, y aunque admito que fue divertido ser tu favorita... Ese título ya no me agrada si se le da a otras ... Así que no gracias, no quiero ser tu esposa a futuro si significa que ni siquiera me vas a dar mi lugar -
- ____ sabes quien soy? Esta no es - pero lo interrumpiste poniendo tu pie en su pecho y empujandolo mas en el sofa.
- y tu sabes quien soy? - dijiste sería mirándolo.
- grrr una bailarina - dijo molesto, pero no negaba que esta situación le llamaba la atención, vale, te dejara ser un rato para ver a donde va.
- ... No Jamil~ ahí estas equivocado, soy el deseo y la perdición de todo hombre... Una mujer que puedo enamorar con mi cuerpo pero que puedo usar mi cabeza - susurraste mirándolo, y antes de que tan siquiera pudiera tocar tus piernas te apartaste dándole la espalda.
- Eh _____ ! A donde vas?! - dijo levantándose notando como te retirabas - Aun no te eh dado el permiso de irte!-
- tengo el derecho de con quien si y quien no desperdiciar mi tiempo y Jamil ya te eh dado mucho de mi tiempo que has tirado a la basura - dijiste mirándolo - si quieres usar el tiempo de una mujer, usa el de aquella chica que la hacen llamar la bailarina milagro o algo así, despues de todo es tu nueva favorita -
- ____ yo tengo el derecho de tomar el tiempo que yo quiera, además recuerda lo que me prometiste - dijo Serio y tu otravez te acercaste y lo miraste firme.
- y te recuerdo que ah pasado 5 años de esa promesa! Sabes lo que dicen las paredes? Que carmín es una ilusa por creer que se volverá la esposa del gran Visir, que solo esta jugando con ella, pero por él amor que te tenía hice oídos sordos e incluso me volví exclusiva de ti! Perdiendo popularidad y por ende comida para mi! - dijiste ya reclamándole y mirándole al borde de las lágrimas - pero al momento que llega una niña que solo muestra un poco de piel tu caes rendido ante ella y le haces las mismas promesas? -
- ... - te miro sorprendido y callado, era la primera vez que le alzas la voz, en realidad esta es la primera vez en muchas cosas, que lo haces esperar, que lo empujas, que le reclamas.
- no me interesa si eres el gran Visir o controlas el bajo mundo de estas arenas ... Si ni siquiera puedes mantener tu palabra ese poder vale nada! - dijiste y viste como Jamil se enojó para darte una cachetada sonora.
- retira lo que dijiste ahora... Es una orden - dijo serio dispuesto a darte otro golpe, pero en vez de causarte pavor solo te dio más ira y ahora fuiste tu que le dió una cachetada tan sonora que hizo que mirara para otro lado, incrédulo se sobo la mejilla y te miro.
- buenas noches señor, disfrute de las demás bailarinas - te diste la espalda y te fuiste enojada, dejando a un Jamil anonadado... Y sin saber que decir.
Mientras que tu ya fuera de ese lugar, tus lágrimas empezaron a fluir aunque no querías, intentabas contenerlas, que no valía la pena llorar por alguien como él, pero lo amabas y el té hizo sentir querida por primera vez en tu vida, odiabas esto, antes creías que no era la gran cosa la relación del visir con la bailarina carmesí y no entendías porque exageraba a tal punto a querer matar a Barbara, pero ahora que eras ella ... era tan dolorosamente cruel, ya que tu siempre te esforzaste en complacerlo, no porque te podía sacar de ahí, si no por querías en realidad ser su esposa y que soñabas tener una familia con él, en realidad solamente eras una niña enamorada.... Pero ya no podías ser esa niña tonta que se cree las palabras vacías, tenías que volverte una mujer.. una mujer fuerte.
- ... una bella dama no debería llorar así, y menos una que es tan segura en el escenario - escuchaste a un lado tuyo y sin darte cuenta ahí estaba un sujeto alto de ojos Violetas, te sonreía mientras ofreció su pañuelo ante ti, lo tomaste y empezaste a secar tus lágrimas.
- perdone querido cliente... no debió verme así... - dijiste intentando mantener la sonrisa contenido las lágrimas pero sentiste como te levanto la cabeza con cuidado y revisó tu mejilla roja.
- oh, quien seria tan desgraciado para maltratar así tan bello rostro? - dijo y tu apartaste la mirada levemente y te cubriste el rostro.
- calma... no se preocupe mucho .... Gracias por el pañuelo- se lo ibas a regresar pero, en vez de te tomo de las manos.
- quédatelo, tu lo necesitas más que yo... - te sonrió y se hiba a retirar.
- a. Alto... puedo saber tu nombre? - dijiste extrañada de este sujeto.
- oh, jeje... te lo dire otra noche~ así tendré una excusa para hablar contigo de nuevo Carmín ~ - y con eso se fue, mientras tu sostenías el pañuelo...
