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- esos vejestorio del consejo son unos - dojo Leona gruñendo y quejándose en voz baja cuando escucho.
- que son que? Ojitan! - Cheka estaba detrás de Leona mirando caminar - Vino a jugar?! -
- .... Hola a ti también Cheka... - suspiro ya mirándolo intentando distraer su mente de lo que pasó hace unas horas - ¿Que haces aquí? ¿No deberías estar con tu mamá? -
- Mi tita y mami están hablando ahora mismo, así que me sali a jugar - dijo Cheka alegré, "cierto, _____ fue llamada por Kamala para tomar el té"
- ya veo... Vere si _____ quiere ir junto conmigo a casa - dijo Leona pero sintió a cheka abrazando su pierna.
- Pero, pero quiero jugar! - Dijo Cheka y Leona suspiro.
- bien ... Solo un rato - "ademas servirá para calmar mi mente" dijo ya siguiendo a Cheka que andaba todo alegré por que su Tito decidió jugar con él.
Ya estabas saliendo del invernadero, el atardecer se asomaba en el paisaje con colores cálidos, tus ojos estaban rojos por llorar nuevamente y tenias la nariz roja, no sabías cuánto lloraste pero te compusiste como Kamala y decidieron que otro día acabarían la conversación, solo querías comer o dormir.
- _____, ¿Todo bien? - escuchaste detrás de ti sorprendida miraste a Leona que parecía algo cansado, pero te miró.
- s..si solo esque... Emm...- dijiste bajando la cabeza sin saber que decir.
- ... Vamos juntos a casa? - dijo rodeando un brazo con tu hombro, no te preguntará qué pasó o porque estas asi, si no querías decirlo estaba bien, ambos subieron al carruaje para ir devuelta a casa.
Estabas decaída mirando el camino para ir a casa, Leona que le costaba sacar palabras de consuelo ya que era un hombre algo tosco, sin decir mucho se hacerco a ti y te dió un abrazo, tu por inercia recargaste tu cabeza en su pecho correspondiendo al abrazo, ocultando tu cara, haciendo tu cuerpo casi bolita, mientras que el te seguía abrazando.
- perdón... Perdón... Solo déjame un rato así - susurraste entre sus brazos y Leona no dijo nada solo se hacerco y te dió un beso en tus cabello mientras te dejaba ser, era cómodo tenerte así, en sus brazos, claro que no le gusta verte sufrir, solo podía acariciar tu espalda consolando, hasta que quedaste dormida en sus brazos.
Cuando llegaron a su hogar, Leona te cargó asía su habitación haciendo una seña a los sirvientes que guarden silencio ya que estabas dormida, llegando al cuarto Leona se acostó contigo en la cama y aún abrazando tu cuerpo tomo una siesta contigo.
- no te preocupes _____ ... Aquí estoy para ti.... Nadie te hará daño - dijo entre susurros mientras besaba y frente.
