- Capítulo 1- Antes de que muriese...

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Antonio nunca salía de su casa desde que su mujer se divorciara de él y se casase con su mejor amigo de la infancia. La mujer le invitó a la boda pero él no fue ya que era muy orgulloso de sí mismo.

Entró en depresión durante ocho años, eso hacía que no saliese de casa para absolutamente nada. Los vecinos una vez a la semana le traían la comida y el periodico a la puerta de su casa para ayudarle a afrontar esa situación. Cuando le llevaban las cosas necesarias para vivir escuchaban ruidos, voces y gritos. Llegó un momento que no aguantaban más y dejaron de llevarle la comida.

El hombre se quedaba sin recursos para comer así que decidió salir a comprar.

Sus vecinos se sorprendieron al verle salir a la calle después de tanto tiempo.

Antonio iba serio por la calle. La gente le miraba con desprecio por como vestía, como olía y con su actitud pésima. Antonio cada vez salía más y se encontraba mejor. Incluso saludaba a los vecinos. El hombre se compró más ropa, se duchaba más a menudo y comenzó a comer mejor.

Todo iba bien hasta que un día Antonio vio a María (su ex mujer), recordó en su cabeza todos esos momentos bonitos que había pasado juntos a ella, y otra vez se encerró en su casa. Pasaron dos semanas y seguía sin salir de su casa, un vecino se acercó a su casa y pico para saber cómo estaba, la puerta estaba medio abierta el hombre estaba muy preocupado así que abrió la puerta y se encontró a Antonio en su sofá muerto.

El hombre no se podía creer lo que estaba viendo sin pensarlo llamó a sus hijos y les explicó toda la situación.

Al principio no le dieron mucha importancia, ya que no le importaba la vida de su padre. Pero se acordaron que Antonio les había dejado una gran herencia, por ese motivo se acercaron a su casa y se preocuparon porque tuviese un buen funeral.

La casa de los gritosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora