Little Girl

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Ana 13   Alejandra 18

Narra Alejandra:

Sexo, uno de los placeres más exquisitos de la vida. Luego de entrar en la pubertad mis hormonas revolucionaron de forma anormal lo que me llevo a conocer el placer sexual desde los 15 años, no, no soy virgen. Aunque si me arrepiento de haberla perdido con el inútil de mi ex quien ni siquiera duró 30 segundos dentro de mi cuando ya se estaba corriendo. No llevo una vida loca, pero si muy activa en ese ambiente, luego de la desgracia con mi ex solamente me he liado con chicas, un placer aún más grande, incluso con mujeres mayores que yo. Aunque ahora mi próxima presa es otra, mi linda vecina de enfrente, Ana, una linda niña de 13 años, nuestros padres son muy amigos y Ana y yo somos un poco unidas, es bastante tímida lo que me prende aún más. Sin mencionar que tiene un regalito entre las piernas.

Hace un par de días escuché a la señora Paola contarle a mi madre sobre la condición de Ana, y era que esta tenía un pene, que era una de las razones por la cual se habían mudado y por la que esta última estudiaba en casa. Ya que en su anterior escuela le hacían bullying.

—¡Alejandra! Ven un momento por favor— dijo mi madre desde el piso inferior, me levante de la cama para luego salir de la habitación y bajar a donde se encontraba mi mamá, pero esta no estaba sola.

—Señora Paola, hola— sonrió amable para darle un beso en la mejilla.

—Oh cariño no me digas señora, no estoy tan vieja— reímos.

—Ale, Paola tiene algo que preguntarte— asiento y la miro atenta.

—Mi esposo y yo saldremos esta noche por nuestro aniversario pero no tenemos con quien dejar a Ana y no queremos dejarla con una niñera. Quería saber si podrías cuidar a Ana un par de horas hasta que regresemos, te pagaremos por tu tiempo— La miro y no podía estar más feliz internamente, mi yo interior estaba brincando como loca, esta era mi oportunidad de estar con Anaa.

—Por supuesto Paola ¿A que hora debo ir a su casa?—

—A las 7:30 esta bien cariño, de todas maneras si vas antes esta bien, estoy segura que a Ana le gustará tu compañía— sonrió asintiendo.

—Haré que disfrute cada minuto de la noche— Digo sonriente y luego de hablar por otro rato subo a mi habitación, tomo mi celular para ver la hora y me fijo que son las 6:45 p.m, miro por la ventana que daba justo frente a la de Ana y logró visualizarla mientras abre las cortinas de su habitación y al verme me saluda con su mano y una linda sonrisa, le devuelvo el saludo y decido divertirme un poco empezando a desvestirme lentamente, mientras lo hago noto que Ana está inmóvil en la ventana mirándome y sonrió cuando termino de quitar mi ropa, camino al baño y empiezo con mi rutina de aseo.

Al terminar salgo envuelta en una toalla mientras seco mi cabello con otra, me coloco mi ropa interior y me decido por un jean, una blusa a cuadros y mi típica chaqueta de cuero, me coloco mis botas negras y arreglo mi cabello, tomo mi celular y bajo a la sala donde mis padres y hermanos están viendo la tv.

—Ya me voy, regreso más tarde— digo y salgo de la casa, al llegar a la casa de mis vecinos toco el timbre y a los pocos segundos abren la puerta y me encuentro con la pequeña Ana que al verme se sonroja.

—Hola Alejandra— sonrió —pasa, mis padres están arriba arreglándose— asiento y entro a la casa.

—¿Cómo estás, Ana?— le sonrió coqueta, sabía el porque estaba tan penosa.

—E...estoy bien— dijo jugando con sus manos.

—Te cuidare esta noche, nos divertiremos mucho— digo acercándome a ella, y acaricio su cabello.

—¡Alejandra! Cariño— escuche a Paola mientras bajaba las escaleras, saludé a sus padres mientras los acompañaba a la salida —No tenemos una hora para que duerma, pero normalmente lo hace como a las 10:30 o antes, si les da hambre en el refrigerador hay comida y en el mesón hay dinero por si quieren ordenar pizza— Asiento —Nos vemos cariño, pórtate bien con Alejandra— sonrió y estos por fin se van, al darme vuelta Ana estaba mirándome.

—¿Y que te gustaría hacer Ana?— digo acercándome a ella.

—Amm... no lo se... no suelo tener visitas— dijo notablemente nerviosa, y de cierta manera me sentí mal.

—Bueno ¿Que dices si pedimos una pizza y vemos alguna película?—

—¡Siii!— dijo bastante emocionada y sonreí tomé mi celular y ordené la pizza —Buscaré una película— se fue al sofá y me senté junto a ella.

—Bien y ¿que veremos?— me enseña la carátula de Cinderella y asiento —Cuando llegue la pizza colocamos la peli— asiente y empieza a jugar con sus manos —Oye pequeña y ¿por qué no vas a la escuela?— digo tratando de buscar conversación aunque ya sabía la respuesta.

—En mi anterior escuela me hacían Bullying y le dije a mamá que quería estudiar en casa, por eso no tengo amigos—

—¿Por que te hacían bullying?—

—No te puedo decir— negó rápidamente y sonreí.

—¿Por que no?— pregunte.

—Es un secreto que no le puedo decir a nadie, mis padres me matarían— me miro y solo Dios sabe cuanto me prendió esa carita inocente.

—Pero yo no soy ninguna desconocida, soy tu vecina y somos amigas ¿no?— digo arrimándome para quedar aún más cerca e "inconscientemente" coloco mi mano sobre su pierna, Ana abrió mucho los ojos y dirigió su mirada a mi mano —¿Entonces me contarás?— sonreí coqueta.

—Yo...— el estúpido timbre interrumpió el momento, me levanté y tomé el dinero para luego ir a abrir la puerta y recibir la pizza, al cerrar me doy vuelta y noto que Ana no estaba en el sofá.

—¿Ana? ¡Llego la pizza!— digo alto pero no hubo respuesta, dejo la pizza sobre la mesita en la sala y decido subir, al llegar al pasillo miro varias puertas, ¿cual será la de Ana? Ruedo los ojos al ver una "A" en una de las puertas, estúpida Rocha. Camino hasta dicha puerta y tocó —Pequeña ya llegó la pizza—

—En... un m-momento bajo— se oía nerviosa y algo asustada.

—¿Estas bien?— pregunto tomando la perilla de la puerta —¿Puedo entrar?—

—¡No!— gritó — Vete p-por favor, ahora bajo—

—Voy a entrar Ana— dije y abrí la puerta, excelente idea.

—¡Alejandra!— chilló Ana mirándome sosteniendo su miembro que era de un tamaño bastante formidable para su corta edad.

—Así que ese es tu secreto— digo cerrando la puerta tras de mi.

—Por favor no le digas a nadie— dijo asustada y sonreí.

—Tranquila nadie lo sabrá- Digo acercándome a ella y esta da varios pasos hacia atrás sin soltar su miembro hasta chocar con la pared— ¿Que hacías pequeña?— sonrió con mi labio entre dientes.

—E-estaba tratando de bajarlo— dijo mirándome.

—Yo te puedo ayudar con eso bebé- dije para arrodillarme frente a ella.

—¿Como? ¿Que haces?—

—Shhh, solo observa y disfruta. Te va a gustar pequeña—

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One Shots (AleyAna) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora