Virgen

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Ana Melgar era una chica tímida, su única amiga era Andrea, ella estaba llegando a su casa luego de estar internada en un colegio religioso, donde la más mínima línea fuera de su lugar era un reglazo en las manos.

Cuando pregunto sobre la anatomía humana tuvo un reglazo en las manos.

Cuando pregunto sobre su cuerpo fue un reglazo.

Cuando la descubrieron preguntándole a su amiga que era un beso fue un reglazo.

Y ni pensar cuando pregunto sobre que era tener una relación sentimental, fueron dos reglazos.

En esa institución todo era un tabú, estaban dedicadas completamente y puramente a Dios enseñando lo que se debe enseñar en cuanto a Dios aunque las mismas niñas no creyesen en él.

-Hija has vuelto- dijo su padre cuando la abrazo.

-Mi princesa- dijo su madre acurrucándola.

Se había graduado de la secundaria y ahora iba a empezar a meter papeleo para la universidad, sus padres solo la podían ver en la misma institución así que en su defecto ella tenía mucho tiempo desde que estuvo en casa, quizás en ocasiones contadas había aparecido por aquel lugar.

-¡Wow se ve más grande- dijo Ana cuando entro a su habitación.

-Lo se pequeña- dijo su madre abrazándola por sus hombros.

-Acomódate y recuerda esta siempre ha sido tu casa- dijo su padre dejándole un beso en la cabeza.

Ellos sabían que su hija era reservada y bastante inocente a decir verdad, sus abuelos fueron lo que decidieron internarla allí, ellos no lograron hacer nada sino aceptar eso, sin embargo la educación en esa institución era la mejor.

-Hola soy María ¿Y tú?- pregunto una chica más alta que ella, cuando la vio sentada en la entrada de su casa.

-Hola- dijo agitando la mano -Soy Ana- dijo con una sonrisa.

-Bueno Ana mi amiga y yo- dijo señalando a otra chica -Déjame primero presentártela, ella es Gladys, estamos planeando una reunión en casa de una amiga, nos preguntábamos si deseas venir- dijo la chica amablemente.

-Bueno primero, un placer Gladys soy Ana y si claro déjame la dirección y tratare de llegar, por cierto uhh ¿Puedo llevar una amiga?- preguntó tímida.

-Claro chica, ya me caes bien- respondió María dejándole la dirección.

-Mami, papi me han invitado a una reunión- dijo emocionada, sus padres sonrieron y le dieron permiso -Voy a llamar a Andrea- anuncio para salir corriendo al teléfono de la cocina.

Tuuu, me han invitado a una reunión ¿Quieres venir?- pregunto la chica emocionada era la primera vez que asistía a algo parecido. -Yo te recojo- dijo para colgar y bajar corriendo.

-Ma ¿Me puedes llevar a esta dirección?- pregunto la chica.

-Claro mi niña- respondió y se fue directo a su habitación aun emocionada.

-Ana hija ya es hora de irnos- anuncio su madre, la castaña bajo con unos vaqueros azules, unas vans y una camiseta favorita, su cabello suelto y uno que otro collar.

-Vamos por mi amiga Andrea- su madre asintió y entraron al auto.

-Niñas es aquí- anuncio la mama de Ana, ambas chicas estaban emocionadas y salieron rápido del auto. -Ana hija, llámanos con el celular que te regalamos esta mañana ¿Okey?- pregunto su madre y arranco el auto luego que Ana asintiera.

-Hola chica ¿Ella es tu amiga?- pregunto María, había abierto la puerta apenas tocaron tres veces.

-Si su nombre es Andrea- dijo Ana y la más pequeña estiro la mano.

One Shots (AleyAna) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora