°•☆•°
El cabello le llegaba hasta los hombros, los rizos hacían que su pelo se inflara, pero se viera bonito debido a los cabellos ondulados.
Crowley hizo mohin y pensó que algo de maquillaje podría mejorar su apariencia. Pero temía arruinarlo, no solía maquillarse mucho, sólo pintarse las uñas de negro o rosado según su estado de ánimo. Así que se colocó algo de sombra y labial, aprovechando el maquillaje que le había regalado Beelz hace poco.
Se miró en el espejo y se llegó a espantar, no porque se viera fea, si no porque casi no reconocía a Anthony, era como si hubiese hecho toda una transición completa, era hermosísima.
Aunque también le recordaba a su madre.
- Pero me veo inalcanzable... Quien sea la divinidad que me creo, gracias por tanta belleza. - Se corrió el cabello hacia un lado.
La puerta abriéndose la sobresaltó y la hizo chillar.
- Crowley, ¿ya estás... - Miró la espalda con la cabellera larga - ... lista?
Crowley se volteó y entonces Aziraphale se dio cuenta de que no era del todo gay.
- ¡Ah...! - Sintió sus mejillas arder y el corazón acelerarse - Y-Yo... Wow... A la próxima tocaré la puerta... perdón...
- Está bien... De todas formas ya estoy lista... - Murmuró, haciéndose hacia él.
Aziraphale la miró de arriba a abajo.
- Te ves... maravillosa... - Murmuró embobado, luego se espabiló - ¿Desde cuándo te maquillas? Es que... te quedó muy bien, J-Jessamy... Te ves realmente... bonita y... hermosa y... grandiosa...
Crowley sonrió con diversión y golpeó con su dedo la frente de Aziraphale.
- ¿Estás exagerando o fingiendo?
- Estoy sorprendido de tu belleza, es todo.
- Pues, me halaga señor Fell.
- A mí me hace sentir afortunado el hecho de que te gusto yo y no alguien más apuesto que esté a tu alcance.
- Ahora me sorprende el hecho de que te rebajes siendo semejante ángel. Sólo falta que me pidas ser tu novia, pero claro, sin presión ni apuros, vamos más despacio, ¿no?
Aziraphale tragó saliva e intentó aguantarse las ganas de robarle un beso.
- Andando, ángel mío. Hoy te invito la cena.
Aziraphale no dijo nada, seguía embobado por la belleza que emanaba la maravillosa Jessamy. Sintió como ella tomaba su mano, sacándolo de su trance mientras se lo llevaba.
- Te ves bien también, Aziraphale.
- Gracias... - Murmuró bajito.
Jessamy se detuvo antes de abrir la puerta, volteándose lo suficientemente cerca de Aziraphale para hacerlo sentir nervioso, elevó sus manos a la altura de sus hombros y acercó su cara al punto de que sus narices se rozaron. Aziraphale por instinto llevó sus manos a las caderas de la pelirroja y cerró sus ojos.
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Mon Ange, Sauve Moi
FanfictionÁngel mío, sálvame... Se repite una y otra vez. Las plegarias a Dios se repiten todas las noches, y el Ángel guardián se mantiene a su lado. Entonces, si está tan bendecido, ¿por qué todos lo relacionan con la oscuridad? Anthony... Eres un maldito...