Capuchino; un dulce sabor entre labios. De fondo siete chicos hablando sobre una linda y tonta historia de amor donde sus sentimientos son más confusos que la cabeza cuando das vueltas... El chico recostado entre sábanas rosas luce igual de intrigado por lo que está sintiendo y rueda la cabeza hacia atrás con un suspiro que le llena las comisuras de magia.
A perdido la cuenta de todas las veces en que piensa en alguien mientras escucha esas canciones y en sus recuerdos se reflejan flores de cereza en una primavera.
"¿Qué me está pasando?, Dios, ¿Por qué a mí?"
Ni siquiera los problemas de adulto son agobiantes cuando recuerda las maravillas de la vainilla; y no hablamos de un sabor.
Ser cursi es su especialidad, lo notas desde el color de las sábanas hasta el rubor sobre sus mejillas cada que le hacen un cumplido."Desde que terminamos tu luces tan bien; mujer bonita~"
Sale de sus labios la traducción de aquella canción mientras sus bracitos se levantan cuál avión a punto de despegar
Y lo peor es que ni siquiera han empezado algo como para terminar dedicándole esa canción; pero sabe que si lo hicieran, sería totalmente suya.Se da golpecitos en la cabeza al final de la noche, que al final tan pequeños no son, y se pregunta por qué no puede vivir sin desarrollar sentimientos por alguien.
Estar enamorado para el chico amante de la vainilla parece ahora una maldición infernal y al no saber que hacer; solo se tumba en aquella grande almohada suplicando que al menos en sus sueños no irrumpa ese hermoso ser humano. Aunque por experiencia sabe que llegará como lo a hecho desde poco más de una semana.Y siente que por fin va a poder desempolvar sus playlist cursis para idealizar su vida; aunque quizás nunca llegará al "...y vivieron felices por siempre".
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Cosmos: Pequeño Neptuno
RandomSegunda parte del chico de las estrellas por WTSTYM Recopilatorio de cuentos.