La Boda de Wonwoo

Capítulo 5

Un par de días más tarde Won y Gyu se verían para la cata de vinos, Mingyu no le veía mucho caso, pero cualquier pretexto sería bueno para ver a Wonwoo. Vino tras vino él se sentía más mareado y también se estaba poniendo un poco caliente. No podía dejar de ver los labios de Wonwoo enrojecidos por el vino que había tomado. El planeador de bodas dejó de beber pues no quería perder la cordura.

Wonwoo estaba en las mismas, el vino corría por su sangre y sus sentidos empezaban a perderse. Pero no quería dejar de beber quería probar todos los vinos y elegir el mejor para su boda. Cuando finalmente había probado todos, e incluso algunos dos veces, ni si quiera pudo elegir y fue Gyu quien más sobrio los pidió para la boda.

En cuanto salieron del lugar Won se sintió tan mareado que se sujetó del cuerpo de Mingyu, fue cuando notó lo fuerte que en realidad era.

- ¡Wow! ¡Wow! Mingyu, tus brazos, eres tan fuerte, dioooos! ¿Por qué guardaste todos esos músculos? - Wonwoo hablaba y su voz sonaba tan borracha, Gyu no había llevado su auto a sabiendas que iba a beber, así que pidió un taxi en cuanto pudo.

_ ¿Sabes qué Mingyu? Mingyu, creo que me gustas, me gustas mucho. - Mingyu se congeló ante las palabras de Wonu, no, él estaba borracho, en sus cinco sentidos no diría algo así. Se tranquilizó aunque su corazón latía fuertemente.

- Won, estás muy borracho. - Gyu río entre dientes, aún sostenía a Wonu y caminaba a la esquina donde esperarían al taxi.

- Sí, no digo que no, pero también estoy teniendo todos pensamientos sobre ti, Mingyu, Mingyu... Por favor - Y ahí estaba, la frase que hacía a Gyu estar casi de rodillas por Wonu. El cliente borracho giró su cabeza un poco y ambos estaban tan cerca, viéndose a los ojos... Mingyu podía sentir el aliento alcohólico de Wonwoo en sus propios labios, pero entonces las piernas de Wonwoo flaquearon y casi se cae. Mingyu rápidamente maniobró para sostenerlo mejor, tenía todo su cuerpo pegado al de su cliente.

- Gracias, Min-Gyu, eres como mi héroe, ¿lo sabes? Gracias por estar aquí y salvarme, me siento tan mareado ahora. – Wonu seguía arrastrando sus palabras y de repente se acomodó mejor entonces volvieron a la posición de antes, uno al lado del otro. Gyu prefirió no mirar más a Wonu y fingió que veía la hora esperando que su cliente se calmara.

Con una mano, Wonwoo recorrió el brazo de Mingyu y subió hasta su hombro, su cuello, la mandíbula, lo tomó obligando al planeador de bodas a mirarlo de nuevo. Gyu casi cierra los ojos esperando que Won lo besara, por un instante pensó en no poner resistencia, pero él no avanzaría más y entonces un claxon sonó, el taxi se detuvo y finalmente Mingyu rompió el contacto con Wonwoo para abrir la puerta.

Mingyu se aseguró de que Wonu entrara a su departamento antes de bajar y pedir otro taxi para ir a casa. Incorrecto y poco profesional, así se hubiera sentido si hubiera creído y hubiera besado a Wonwoo. Hubiera, hubiera, hubiera. Cuando llegó a casa, terminó los últimos detalles de la boda de Wonwoo y Soonyoung casi en contra de su voluntad. También se dio cuenta de que esta sería la última vez que vería a Wonwoo antes de la boda, pues ya todo estaba listo y ya no se necesitaban visitas, ni comidas, ni ninguna otra cosa, estaban a una semana y media del gran día.

Y Mingyu no quería, pero tendría que suceder, tenía tiempo sin sentir la conexión y atracción que sentía por Wonwoo y es que no era solamente desearlo con pasión y lujuria. A Gyu le encantaba compartir tiempo con Won, escucharlo y saber más de él, le gustaba todo acerca de este cliente pero no podía hacer nada al respecto. Fue tan triste, pero sabía que era momento de alejarse.

Envío el correo a Soonyoung con los últimos detalles y avances y sabía que no recibiría respuesta pero ya no la pediría.

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