Un Final Feliz. [AllxTake]

II.

La metáfora consiste en un tipo de analogía o asociación entre elementos que comparten alguna similitud de significado para sustituir a uno por el otro en una misma estructura. Una metáfora expone dos cosas en conjunto que permiten la sugerencia a compararse e interpretarse como un solo concepto.

Del metaphŏra, tomado a su vez del μεταφορά; propiamente "traslado", "desplazamiento"; derivado de metapheró "yo transporto"

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"Metáfora"

Compara la desesperación con lo agradable, lo irónico con lo serio, el miedo con la tranquilidad, el valor con la cobardía, la mentira con la verdad y la disculpa con la culpa.

¿Qué saldría de eso? 

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4:45 de la tarde, su mirada apagada, aburrida, viendo una película de romance desde detrás del mostrador. Aquel jueves le toco su turno en la tarde, por ende, no saldría de ahí hasta pasadas las nueve de la noche, pues aunque su turno terminara a las nueve en punto, el cerrar la tienda y limpiar le llevaría como mínimo media hora más, eso rogando porqué su odiosa jefa no llegará a la mera hora a "supervisar su cierre", cuando realmente solo iba a buscarle pretexto hasta al más ridículo detalle.

Sus ojos viajaron al ventanal de su lado izquierdo, notando que nuevamente el cielo estaba grisáceo, no lo altero ni nada por el estilo, ya que era realmente normal que por esas épocas del año lloviera como si el cielo se cayera.

Sus bellos ojos azules, sin emoción o vida alguna, volvieron a ver la pantalla de su derecha, captando justamente el beso de los protagonistas, un beso tierno, algo tímido y hasta pareciese secreto, provocando en Takemichi vergüenza por "atraparlos" en un momento tan intimo, y elogiando la gran actuación de los protagonistas. Eran de las cosas que más amaba ver, cuando un actor estaba sumergido en su historia, como si las cámaras a su alrededor no existiesen y solo fuera él y una historia que contar.

Puso pausa a la película y se quedo apreciando tan bello beso, él en su vida ha experimentado el amor y tampoco es algo que quisiera poder tener o vivir, su madre murió por el infinito amor a su hijo que aún ni siquiera nacía, su padre murió por el infinito amor que le tenía a ella. Desde entonces, solo, comprendió de que el amor es como una obra de arte: estéticamente bello, pero el proceso es sumamente doloroso. Es una obra que a ojos de los demás puede ser hermosa, pero que nadie sabe como se la paso el artista para llegar a tan magnifico resultado. Takemichi no necesitaba eso en su vida, no quería mostrarle al mundo la belleza simplista del amor y tampoco quería ser un pintor sin cabeza y cegado por lo mismo.

Prefería apreciar el arte de los demás, sentir lo cálido del romance sin tener que pintar para ello.

Su vista y pensamientos se vieron interrumpidos cuando dos chicos entraron a la tienda, una chica bella, posiblemente de su edad, con el cabello largo de color melocotón y una mirada en extremo gentil. A su lado, un pelinegro, con ojos de gato, juzgones pero tiernos, muy seguramente más joven que la chica.

-- Buenas tardes. -- Saludo Takemichi con la sonrisa más falsa que podía poner, no odiaba a los clientes, solo odiaba su trabajo.

-- Buenas tardes. -- Respondió el saludo la chica, con una voz extrañamente alegre, a su lado, el chico, solo asintió la cabeza.