El chico del circo (LARRY) -PAUSADA-

Capitulo V

Capitulo V

— ¿A q-qu-que t-te re-refi-refieres? — ok, lo admito esa es la pregunta mas estúpida que he hecho en toda mi vida.

Mi padre tenía dos botellas en la mano que había agarrado del refrigerador.

— ¿Me tomas por estúpido? — siento miedo, miro el piso sin atreverme a contestarle — ¡CONTESTA!

—Auch— me lanzo ambas botellas y aunque logre esquivar una, una me rozo el brazo.

Louis nos mira con los ojos bien abiertos, es obvio esta sorprendido, pero yo no, mi padrastro siempre me ha golpeado hasta que mi madre intervenía defendiéndome y como ella nunca le tocaba ni un cabello, me dejaba quieto, por lo menos por ese instante; pero mama ya no estas, y lo que puede decir, y recito, es la famosa oración de el chapulín colorado "¿y ahora, quien poda defenderme?" mi madre, mi ángel ya no esta.

— ¡Oiga! ¿Y a usted que carajos le pasa? — veo como Louis se pone delante de mi como protegiéndome.

— ¿Qué me pasa? ¡JA! Que pregunta mas estúpida, pues entro a mi cocina para agarrar unas botellas de agua y lo que encuentro son dos maricas en mi cocina.

Yo solo escuchaba atentamente, ¡Vaya! Sabía que mi padrastro era homofóbico, pero no tanto así, literalmente anda echando humo por los poros.

—Aunque supongo que siempre lo sospeche, Harry, o mejor dicho el mariquita esa, jamás en su vida trajo una novia — dijo adoptando una postura de sostenerse en una pierna — solo a sus amigos, y tampoco es de los que le gustaba salir de fiesta los viernes en la noche — me miro fijamente a los ojos, me sentí intimidado y me escondí aun mas en el hombro de Louis — sin contar que la manera en que veía a su amigo... ¿Cómo es que se llamaba? — Miro al techo pensando, por favor, que no lo dijera — A si, Niall, bueno no era nada normal.

Sentí como una lagrima resbala por mi mejilla, sus palabras dolían, me imagino lo patético que me veía cuando traía a Niall a casa y me le queda mirando como colegiala enamorada, y el, pues ni se le cruzaba por la mente eso, solo tenia o tiene ojos para Zayn.

— ¡Ay, por favor! Deja de llorar mariquita — sus palabras se adentraba hasta en mi tuétano, no podía aunque quisiera dejar de llorar — ¡Mira pedazo de mierda! —Me grito, salí de mi "escondite" (es decir de la espalda de Louis)para mirarlo — Deja de llorar como marica o te quitare a los coñazos lo marica que...

~pash~

No pudo terminar la frase cuando ya estaba tirado contra el piso luego de su cabeza haber chocado contra la pared creando ese pequeño ruido, mis ojos estaban abiertos a más no poder, estaba sorprendido.