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°°°Idun...
— Está será tu habitación — notaba la emoción en su voz — cualquier cosa no dudes en pedírmelo solecito.
— Quiero estar sola — aclare — hablaremos luego, ahora déjame descansar.
— Si mi solecito — dejo mi maleta — descansa — iba a cerrar la puerta pero me vio unos segundos con una ilusión en su mirada hasta que salió.
Bufé para acercarme a la puerta colocandole el pestillo, tome mi maleta y comencé a esconder las armas por toda la habitación, habilitandome por si pasaba algo.
Me recosté en la cama para descansar un poco, debía planear mi siguiente paso, debía acercarme a él con cautela, tener todo bajo mi control.
Los toques de la puerta al ser golpeada me levantaron, me había quedado dormida, me puse de pie para abrir la puerta encontrandome con su irritable presencia nuevamente.
— La cena está lista, vine para avisarte y puedas comer algo.. — rodé los ojos.
— Ahora bajo.
— Bien porque.. — no deje que termine cuando le cerré la puerta en la cara.
Entre al baño para ducharme de una manera rápida colocándome una lencería de algodón y encaje negra, continuar con un pantalón negro de algodón pegado a mi silueta, en la parte superior una blusa a crochet crema de lana, seque mi cabello y guarde mi arma a mi atrás para bajar a su encuentro.
Se puso de pie para ayudarme con la silla, la comida llegó para ambos empezando a degustar los aperitivos, mi cabello comenzó a incomodarme, había olvidado mi liga en el baño y el lo había notado.
Se puso de pie colocándose a mi lado para coger mi cabello.
— ¿Que crees que haces?
— Ayudándote — paso un pañuelo a mi al frente de girasoles para atarlo — ¿Lo recuerdas? ¿Recuerdas de quién es ese pañuelo? — lo paso por mi cabello dejandolo cómo una vincha.
F.
— A la mierda — bajo sus manos con brusquedad chocando sin querer con el agua caliente — ¡Carajo! — se quemó, me acerque rápidamente, quite mi pañuelo y lo moje, quite el exceso de agua y tome su mano para enrollarlo con la tela.
