𝗛𝗢𝗨𝗦𝗘 𝗢𝗙 𝗧𝗛𝗘 𝗗𝗥𝗔𝗚𝗢𝗡 | 𝙾𝚗𝚎 𝚂𝚑𝚘𝚝𝚜

2 • Lucerys Velaryon

Lucerys le había pedido consejos a su madre sobre como conquistarte.
Ella, amablemente, le dió algunos.
Flores, cartas, citas, etc.

Lucerys sentía que eso no te gustaría. El escuchar quejarte de las cosas super románticas había servido.

Derrotado, se dirigió hacía las cocinas para tomar un poco de agua.
Cuando llegó se sentó en una silla y una chica muy amable le dió un vaso con agua.

Repasó su mirada por el lugar, solo para ver una tarta de arándanos en la mesa mas cercana a el.

Algo hizo click en su cabeza.

Sí, te había escuchado quejarte de las cosas románticas.
Pero también había escuchado hablar de lo mucho que te fascinaba la comida.

Rapidamente les pidió a las cocineras los ingredientes y materiales, ellas le ofrecieron ayuda, pero el se negó rotundamente.

Lo tenía que hacer el.

Luego de 4 horas, de haberse rendido 2 veces pero intentándolo devuelta, consiguió hacer una tarta de manzana.

No era perfecta, se suponía que sería redonda pero había salido ovalada con algunos errores en los bordes, algunos pedazos de manzana en lugares que no suponía, y dudaba de su exquisitez.

Con el corazón en la mano, se dirigió hacía tu habitación. Toco tu puerta 2 veces hasta que escuchó un "Pase"

Escondió la tarta en su espalda, y se adentro al iluminado lugar.

Siempre le había gustado tu habitación, era una de las mas iluminadas, olía a flores siempre y tenía un ambiente tranquilo.

Lo miraste con curiosidad al ver que ocultaba algo detrás de su espalda.

-¿Qué escondes, mi príncipe?

-Y-Yo te hice algo.

-¿Si?¿Y qué es?-dijiste con curiosidad.

Lucerys, un poco avergonzado, te mostro la tarta.
Creía que la ibas a despreciar, reirte y decirle que estaba fea.
Pero, en cambio, mostraste una hermosa sonrisa e inmediatamente agarraste la tarta entre tus manos, dejándola en una de las mesas.

Miraste hacía Luke, que te miraba con miedo.

-Es hermosa Luke, muchas gracias.

Diste unos 4 pasos hacía el, y lo abrazaste fuertemente.
El no sabía donde poner sus manos, asi que las agarraste y las pusiste en tu cintura. Te alejaste unos centímetro de su cara y lo observaste.

-Te quiero mucho, mi príncipe.-dijiste, antes de besarle.