𝗛𝗢𝗨𝗦𝗘 𝗢𝗙 𝗧𝗛𝗘 𝗗𝗥𝗔𝗚𝗢𝗡 | 𝙾𝚗𝚎 𝚂𝚑𝚘𝚝𝚜

3 • Aemond Targaryen

Pedido de: PaulaUribe0506

Cuando le pediste a tu esposo, Aemond, un hijo, no pensaste en que iba a ser tan difícil.

Contracciones, vómitos, antojo de cosas extravagantes, emociones cambiantes, etc.

Tu vientre estaba abultado, lo acariciabas cada tanto. Saliste de tus aposentos para ir a dar una caminata por la Fortaleza.

Fuiste a las cocinas para tomar alguna fruta, y saludar a las cocineras.

Seguiste tu recorrido hasta encontrar a tu esposo.

—Aemond, ¿cómo estás?

—Perfecto, ahora que te veo.

Reíste mirándolo con amor y te acercaste a proporcionarle un beso.
Diste dos pasos y sentiste una fuerte punzada en tu útero.

—Mierda.—largaste la manzana al suelo.

—¿Qué sucede?

Levantaste tu vestido para ver un gran charco de sangre sobre tus pies.

—El bebé.

Aemond les gritó a unos guardias que buscara al maester.

Te llevó hacia tu habitación y te recostó sobre la cama.

—¡Aemond!

—El maester ya viene, tranquila, amor.

El recién nombrado entró corriendo a la habitación junto a tus damas.

—Maester, todavía faltan 3 meses para que el bebé nazca.

El Maester te miro con lástima, dándole a entender lo que ya suponías.
Llorando dejaste que el hombre haga su trabajo.

Luego de unas horas, sin bebé, llena de sangre y lagrimas, te encontrabas débil y con ganas de morir.

Habías estado soñando con tener a tu bebé.
Ya tenían el nombre, el huevo de su dragón, que harían, su ropa.
Tenían los momentos planeados.

Giraste tu cabeza hacia un costado, para toparte a tu esposo llorando, mirando hacia el suelo.

—Aemond... Lo siento.—dijiste débilmente.

—No es tu culpa, amor mío.

Se levanto de la silla en la que estaba y se metió en la cama junto a ti.
Te abrazo con cuidado de no apretar demasiado y puso tu cabeza en su pecho.
Te sentiste tranquila, en paz.
Aún en los momentos más difíciles, Aemond te proporcionaba la tranquilidad que necesitabas, aunque el estuviera peor.

—Te amo.—pronunció tu razón de vida.

—Yo te amo mucho más.