Capítulo 1

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Hace 2 años.

Miraba a mi alrededor para visualizar a unos niños jugando fútbol en un parque, se veía que estaban disfrutando, cosa que yo ya no lograba hacer. Me costaba mucho seguir mi camino, no podía dejar de mirarlos, tenía eso a lo que le dicen, deja vu, o nostalgia, no sé cómo explicar lo que siento. Mis amigas me escriben y escriben, no contesto ya que me van a preguntar por qué no voy a los entrenamientos, mi entrenador me ha estado llamando, a él sí le he contestado, pero le he mentido, he dicho que estoy enferma.

—Emma, ¿Cómo estás? Hace días que no vas a entrenar, me preocupaste—me hablo Mía. No supe que contestar así que me quedé callada—. ¿Emma, me escuchas?

—Si te escucho Mía, y respecto a lo otro, me sentía mal—conteste. Ella me miró confusa, pero después me dio una sonrisa.

—Entonces, ¿Vas al entrenamiento de hoy?

—Ya veré. Nos vemos, me tengo que ir.

—Adiós Emma.

Me aleje mientras sacudía la mano, y ella me devolvía el gesto. Ni idea por qué querían que fuera a entrenar, no les di la victoria que tanto habíamos esperado. No lo logramos, por mi culpa y ellos quieren que vaya a entrenar. No puedo, soy inútil y ellos no me necesitan, tienen a Mía y a las demás para poder ganar. No me necesitan y ellos lo saben.

— ¿Karl?

—Schmidt. Hola.

—Hola, ¿Cómo has estado?

—Bastante bien. Emma ¿Quieres jugar antes del entrenamiento de hoy? —me pregunto. La verdad no sé qué responder, pero, un juego no me hará mal, ¿Cierto?

—Está bien.

Empezamos a caminar hacia la cancha del Hamburgo. Cuando llegamos vimos a unos niños haciendo tiros hacia una persona desconocida, el los atajaba todos. Karl me miró y sus labios formularon un "vamos a desafiarlo" y eso fue lo que hicimos.

— ¡Ya les dije, no he venido desde tan lejos para ser uno más, voy a ser el mejor!

—Yo are ese tiro—escuche decir a Karl. Todos se alejaron, mientras que yo me acerque—. ¿Estas listo, portero?

Karl hizo su tiro directo a la cara del portero y por sorpresa lo logro parar, aunque creo que fue a propósito. Escuche que estaban elogiando al portero por detener un tiro de Schneider, ya que es muy difícil.

El portero bajo el balón de su cara mostrando una sonrisa arrogante, cosa que Karl no pudo soportar.

— ¿No qué no?

Y ahí está el tiro de Karl, esta vez anotando y dejando sorprendido al portero. Me acerque aún más hasta estar a un lado de Karl.

—¿Puedo tratar de anotar? —pregunte insegura. El portero me miro con una sonrisa desafiante, oh no, eso no lo puedo soportar, me está subestimando.

—Has que se arrepienta Schmidt.

Me tiraron una pelota que pare a la perfección. Me preparé e hice un tiro simple pero fuerte, el portero se lanzó y el balón dio un giro hacia el otro lado, dejando al portero sorprendido.

Vi que Karl se fue al igual que los otros dejándome sola con el portero el cual le pego al pasto con su mano.

—Schmidt, Emma Schmidt ¿y tú? —lo mire con una sonrisa. El levanto la cabeza y me miro confundido.

Sus ojos eran verdes, unos muy bonitos, a decir verdad. Agarro su gorra y se levantó del suelo.

—Wakabayashi, Wakabayashi Genzo—se presentó.

Never Give Up |Genzo Wakabayashi| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora