Never Give Up |Genzo Wakabayashi|

Capitulo 3

Hace 6 meses

Ya estoy en vacaciones, sin colegio al fin. Pero con mi familia no saldríamos de vacaciones, es una pena, aunque podré despertarme tarde. Que alegría.

Se me ha hecho costumbre ir al parque unos minutos al día, horas incluso, siempre varia.

Así que acá voy al parque, no sé cuánto tiempo me voy a quedar hoy. Me siento en la misma banca que siempre y miro a las personas que circulan por aquí.

Al igual que antes algunos me saludan y les devuelvo el saludo. Lo que no tenía previsto es que alguien se sentara a mi lado, tomándome por sorpresa. Al girar me di cuenta de que era Wakabayashi.

—Hola Wakabayashi —lo saludé.

—Hola Emma, ¿Te podría pedir un favor? —pregunto aún sin mirarme. Eso me dejó confundida, pero de igual manera sonreí.

—Claro, dime.

—¿Tu podrías hacer tiros para que yo los tape?

Eso sí me descolocó un poco. ¿Él quería que tirará como si fueran penales?

No lo lograría ni por suerte. Wakabayashi ha mejorado bastante en estos años, en cambio yo...no he tocado ni un solo balón. La diferencia es grande, pero ¿Por qué me lo pide exactamente a mí?

—em... ¿Y Karl? —¿Enserio eso es lo primero que dije? El levantó una ceja y me miró.

—tiene muchas cosas que hacer, aparte dijo que el fin de semana me puede ayudar. Tú me podrías ayudar los días de semana Emma.

—yo...no estoy segura de eso Wakabayashi. Tú sabes que hace más de dos años que no juego. No tengo ni la resistencia ni el nivel que necesitas. Lo siento—me disculpe levantándome de la banca.

El me dio una media sonrisa y me puso su gorro. Se levanto de la banca y empezó a correr llevando casi arrastrando detrás de él.

—Dios, hace cuánto no corro así—hable entrecortado.

Me cansé en ese poquito rato que corrí. Vaya que estoy oxidada. Levante la mirada. No me había dado cuenta de que estábamos en el campo de entrenamiento.

Siento que han pasado siglos desde que no toco el pasto, inconscientemente sonrió al ver a Wakabayashi en la portería esperándome para que tire, cuando me doy cuenta de lo que estoy haciendo.

Punto uno: entre al campo de entrenamiento después de casi tres años.

Punto dos: me siento feliz.

Punto tres: no tengo los zapatos adecuados.

Punto cuatro: me estoy arrepintiendo de esto y en cualquier momento empiezo a correr.

Wakabayashi me tiro el balón y por instinto lo paro con un poco de torpeza.

—No es tan malo después de años. Pensé que estarías peor Emma.

—¿Es un cumplido?

—Tómalo como quieras. Puedes tirar cuando quieras.

Miró el balón que está en mis pies, después miro a Wakabayashi. Así muchas veces.

—No estoy segura de esto. No le daré ni siquiera a la portería—señale el arco.

—Eso lo sabremos cuando tires—su tono era muy frío, se puso sus guantes y dio un aplauso.

Trago duro mirando nuevamente el balón. Suspiro y hago unos trucos simples con el balón para acostumbrarme de nuevo. Se me cayó en balón en alguno de ellos. ¡Soy un desastre!