¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo II Las ancianas
𝐏𝐞𝐫𝐜𝐲
En la vida de toda persona hay un momento crucial, decisivo. Un momento tan fundamental, tan fuerte y nítido que uno siente como si le hubieran golpeado el pecho, dejándolo sin aliento, y sabe, sabe con la más absoluta certeza, sin la menor sombra de duda, que su vida nunca volverá a ser igual.
En la vida de Percy Jackson, ese momento ocurrió cuando vio a Selenia Parrish.
Su ángel. Su diosa. Su amada.
Y lo más importante su futura esposa.
Pero volvamos a la historia.
Estábamos acostumbrados a esas ocasionales experiencias extrañas. Pero usualmente terminaban rápido. Esta alucinación veinticuatro/siete era más de lo que podríamos manejar. Por el resto del año escolar, todo el campus parecía estar jugando una especia de broma con nosotros. Los estudiantes actuaban como si estuvieran total y completamente convencidos de que la Sra. Kerr -una mujer rubia alegre a la que nunca había visto en mi vida, hasta que se subió en el autobús al final de la excursión - había sido nuestra maestra de Pre-Algebra desde Navidad.