Cuidando de tres lobos.

Capitulo 30

Una hora después. 

Luo Binghe observó a A-Yuan y A-Lian, no pudo evitar mirar cierta parte de sus rostros. Inmediatamente su vista se dirigió a Hua Cheng con una mirada acusatoria —¿Qué les hiciste? 

—Yo no hice nada. 

—¡¿Entonces por qué A-Yuan y A-Lian están así?! ¡¿Que les hiciste?!

Hua cheng entrecerró los ojos —¿Que tratas de decir? 

Luo Binghe casi se ríe —¿Todavía quieres seguir negándolo? La otra vez te vi encima de A-Lian ¿Quieres que crea que no hiciste nada?— se acercó a Hua Cheng y lo sujetó de la ropa.

Hua Cheng abrió los ojos aún más y de la igual forma sujeto al otro —¡Nunca me atrevería a tocar a alguien sin consentimiento! No soy como tú qué cualquier persona que se te atraviese quieres ponerla ¡No me compares contigo! 

—Suficiente— con una voz profunda los detuvo Lan Wangji, sabía que si no interferia iba a ser peor —Estan así porque ingirieron comida picante, debe ser algún tipo de reacción, se les pasará. Tranquilízate Binghe, no actúes precipitadamente.

Luo Binghe parpadeó en dirección del medico —¿Por que no me enteré de algo así?¿Por qué no me lo dijiste?

—...Porque en ese momento fuiste al baño, y cuando quise decirtelo te llamaron, no quise interrumpir con la señorita con la que hablabas. Sabía que Hua Cheng intentaría arreglarlo.

Luo Binghe se llevó una mano a su cabello lo que hizo que se despeinara un poco y finalmente soltó a Hua Cheng —Pensé que… pensé mal. Lo lamento. Te pido disculpas Hua Cheng.

Hua Cheng por su parte solo esquivo la mirada de disculpa, no podía creer que él pensará que les podría hacer algo tan humillante a ellos. Él no era esa clase de persona. 

Hua Cheng volvió a su habitación y Lan Wangji salió detrás de él, tratando de tranquilizarlo. 

Luo Binghe se quedó con ellos. 

A-Xian estaba en perfecto estado —El pollo gong bao ji ding  picaba pero era delicioso. 

—Pasara— dijo A-Yuan —no es tan grave.

Pero Luo Binghe no pudo evitar seguir mirando esa zona, con un leve ceño y rastros de preocupación —Con solo mirarrte, pareciera que te hubieran… no es nada. 

A-Yuan se sentía inseguro —¿Es malo tener así los labios? 

—No… en realidad, es algo vergonzoso. 

—¿Te avergüenzo?— frunció ligeramente sus cejas A-Yuan.

—¿Qué? No, no, no quería decirlo de esa forma. En la sociedad hay ciertas reglas no dichas. Para explicártelo y entiendas, no es nada malo, solo que los demás te mirarán de forma extraña, eso es todo— Luo Binghe se acercó al joven de pelo corto, y levantó el pulgar y tocó suavemente el labio inferior. Tal como pensaba parecía como si lo hubieran besado, de tal forma que A-Yuan tenía los labios ligeramente hinchados y debido a eso había una coloración más rojiza en ellos, se veía muy erotico —¿Duele?

—No, ya no duele. 

Quedó durante varios segundos viendo esos labios, para finalmente alejarse al reaccionar de lo que hacía. 

—Bueno, como dijo Wangji, seguro estarán bien en un par de horas— Se dirigió al mueble dónde estaba su ropa, tratando de borrar de su mente ese rostro con labios hinchados.

A-Yuan volvió a tocarse los labios con la punta de sus dedos, pero no sentía lo mismo que cuando Luo Binghe los tocó. ¿Por qué era eso? No entendía. También sintió cómo su pecho se calentaba y su corazón latía más rápido.