Capítulo 05 La carta

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Al día siguiente Sakura llevo a Sasori después de que este estuviera convenciéndola que lo llevara, llegaron al lugar en donde consiguió el delicioso manjar que había probado. De esa forma regresaron al "Restaurante Cartas a Julieta".

¡Si! ¡Si, puedo! -decía Sasori emocionado a la mama de Tsunade- Mi novia digo que si

Sasori llevaba discutiendo y elogiando a la madre de Tsunade, mientras Sakura los veía sentada en una mesa cercana a la cocina, en eso Tsunade llego con dos tazas.

Tu novio es muy apasionado -dijo Tsunade riendo mientras me entregaba la taza llena de café.

Sí, lo sé -concordó Sakura con alegría- Pero él cree ser italiano desde que llegamos. La imitación es una forma de adulación, pero él no es buen imitador -dijo mientras trataba de excusarlo por todo el revuelo que estaba causando en la cocina y porque quizás se podía sentir ofendida por lo que hacía Sasori con su imitación de italiano.

Esta mujer es tremenda, amor -dijo Sasori emocionado, Tsunade los dejo solos para que hablaran- Creo que estoy enamorado absolutamente

¡Ah! ¿Estás enamorado de ella? -pregunto riéndose lo que él afirmaba con la cabeza- Si, ¿Enserio? -y Sasori solo asentía con la cabeza a las preguntas.

Sí, pero di que no -dijo Sasori- Di que no y no lo hare. Quiero hacerlo, pero no lo hare -Sakura lo miro temiendo lo que iba a pedir, pero quería que saliera de sus labios.

¿Qué? -pregunto Sakura.

La madre de Tsunade se ofreció a enseñarme unos secretos -digo él y Sakura sonrió comprendiendo a que iba.

Está bien -contesto Sakura entre dientes.

Si -asintiendo con la cabeza el pelirrojo.

¿Ahora o durante el día? -preguntó tratando de sonar tranquila.

¡Ahora! Es una locura, ¿No? -contesto emocionado, y Sakura dio un suspiro- Esta bien cocinando risotto

Un buen risotto -dijo Tsunade que pasaba con una canasta con platos y cubiertos limpios.

¿Ves? -dijo Sasori desesperado- Es una receta que tiene como 300 años, es genial

Entonces, ¿No visitaremos el lago de Garda, hoy? -pregunto ella.

¡Ay! Amor, ese lago lleva ahí quinientos mil años o ¿No? -dijo Sasori sin recordar que ya tenía planeas- Ahora la madre de Tsunade me ofreció a ayudarme, además ¡Estoy aquí, estamos aquí! -decía mientras defendía su posición gesticulando con las manos- Lo cual quería decir, ¡Vamos Sakura! Ella solo me enseñara hoy y tenemos todos los demás días para salir a pasear

¡Oye, Paul Newma! ¡Si quieres trabajar! ¡Tiene que observar! -grito la anciana algo molesta.

¿Ves? Me convertí en Paul Newma -dijo Sasori riéndose.

En eso regresa Tsunade de haber acomodado los cubiertos y los platos.

¿Qué hago? ¿No tengo opción? -pregunto Sasori con cara de lastima esperando una respuesta- No sé, No se

Podrías ayudarme -comento Tsunade emocionada.

¡Si! Lo de las cartas, ¿No? -dijo él.

¿Por qué no? -pregunto Tsunade.

Si, podrías escribir mientras yo cocino. Luego comeremos y... es un ¡Ganar, ganar! -dijo Sasori alejándose casi corriendo a la cocina sin dejar hablar a Sakura la cual solo pudo sonreír.

Tsunade y Sakura fueron al buzón postal a dejar las cartas respondidas.

¿Cuánto llevan comprometidos? -pregunto Tsunade.

Casi un año -respondió Sakura sonrojada.

¿Y por qué no usas un anillo de compromiso? -volvió preguntar Tsunade con curiosidad.

Sí, eso es cosa mía, yo insistí, es que él está ocupado a diario con el restaurante y además que yo lo consideré innecesario -contesto ella mientras miraba al vacío y Tsunade depositaba las cartas sonriendo.

Aun así, una muchacha debería tener un anillo -comento Tsunade.

Terminado de dejar las cartas en el buzón postal, fueron a recoger las cartas que dejaron en el muro de la casa de Julieta. En silencio, Tsunade recogía alegremente y con una gracia inigualable las cartas de extremo izquierdo, mientras Sakura lo hacía con más cuidad con miedo de dañar las cartas del extremo derecho. Iba despegando poco a poco las cartas y llega a una que estaba metida en una piedra, al momento de sacarla esa piedra se cayó y dejó un hueco. Comenzó a curiosear, pues al parecer había algo dentro de ese hueco, metió la mano y de ahí saco una carta sumamente degastada por los años y Sakura al voltearlo y ve que decía:

De: Mito Uzumaki

Para: Julieta

Lombard Street 441 (Londres) 

Cartas a JulietaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora