Segundo capítulo: Parte de mi.

82 0 0
                                    

Suena el despertador. Son las diez de la mañana. Me levanto y me asomo por la ventana para ver el tiempo que hace. Es un día soleado, se nota que hemos empezado ya la primavera. Las flores están saliendo y los pajaritos se acercan a mi ventana a cantar. Me doy una ducha rapida y me pinto la raya y los labios con un gloss muy bonito. Voy al armario para ver que me pongo y cojo una faldita azul muy mona y una camiseta blanca acompañada de una chaqueta azul.

Bajo a la cocina a desayunar y allí me encuentro a mi hermanito Blas.

-¡Buenos días sister!

-¡Buenos días!

-¿Ahora has quedado con...-hace una pausa breve- tu novio?

-Si, ¿algún problema?

-No, nada.

-¿Acaso te cae bien?

-Ya sabes que... si te hace feliz me basta.

-Contesta a mi pregunta, Blasi.

-No me llames Blasi- me fulmina con la mirada y se rie-

-Esta bien Blas- pronuncio mas fuerte su nombre- Contesta.

-No, no me cae bien, nada bien. Es un chico muy... no sé como decirlo, muy malo para ti. Es el típico rompecorazones de insti y no quiero que te haga daño, ¿me entiendes?

-Te entiendo, es logico que quieras protegerme, eres mi hermano mayor- sonrío de una manera muy dulce- pero también tienes que entenderme a mí. Le quiero y conmigo es distinto.

-En ese caso sigue con él, es tu vida ¿no? Además, no soy yo quién para decirte que no salgas con él.

-Es verdad, ese es papá, pero no está...-me siento y me cae una lágrima.

-Blanca, no llores.- me seca la lágrima que me cae por la mejilla- Papá vendrá pronto de América, ya lo verás.

-Ya, pero, ¿y si viene y se tiene que ir otra vez y se pierde mi cumpleaños?

-No va a pasar eso, tu cumpleaños es dentro de cuatro meses aún. Queda mucho.

Blas me abraza y le agarro fuerte. Tanto tiempo hacía que no daba esos abrazos a mi hermano... Tanto tiempo en el que solo podía abrazarme a mis muñecos...

En ese momento miro el reloj, son las once y llego tarde, se me ha pasado el tiempo sumamente rápido. Me despido de Blas y me voy.

Voy hacia la casa de Taylor, mi novio. Cuando llego llamo al timbre y me abre. Paso a su casa y espero en la planta de abajo a que se termine de arreglar. Al rato baja y nos marchamos.

-¿A donde me llevas?

-Te voy a presentar a unos amigos.

-Pero me prometiste que iríamoos tú y yo solos al parque donde estan las amapolas.

-Otro día te llevo.

-Siempre dices lo mismo...

-De verdad, el próximo día te llevo.

-Esta bien. Pero hoy me voy antes.

-¿Por qué?

-Tengo que recoger un libro de casa de mis tíos.

Taylor me coge de la mano y me lleva hacia otro parque, supongo que será en el que ha quedado con sus amigos... Llegamos y veo a dos chicos y tres chicas que no conozco, quizas de vista. No, a esos no les conozco, no se de donde salen esos amigos de Taylor pero desde luego que la pinta que tienen todos... no me gusta nada, me dan miedo. Aprieto la mano de Taylor pero este ni se da cuenta, está demasiado pendiente en que sus amigos le vean. Llegamos y me los presenta.

-Chicos, esta es Laura, mi novia. Laura, estos son Peter, Michael, Anne, Emily y Helen.

-Encantada.

-Lo mismo digo- van respondiendo.

Pasa el tiempo, horas, minutos, segundos, todo lentamente, me estoy aburriendo un poco y además no me siento bien con estas personas. Intento mostrar interés por las cosas que cuentan aunque por dentro estoy deseando que se callen y se tengan que ir. Miro la hora.

-Chicos, me tengo que ir a...

-Se tiene que ir a su casa a comer- me interrumpe Taylor-

-Pero si es prontísimo, son la una- Anne se queda extrañada tras mirar su reloj-

-Ya pero es que en su casa comen antes porque algunas costumbres de América.

-Ah vale.-Dice Anne- Pues entonces adiós Blanca.

-Adiós.

Me despido de todos y Taylor se aleja un poco de los demás para despedirse de mí de una manera mas íntima.

-¿Por qué no me has dejado decir que iba a por un libro? Es más, ¿por qué has mentido?

-Blanca, eres mi novia y te quiero, pero ¿un libro? a mis amigos eso les parece cosa de pardillos.

-Pero es que me da igual lo que piensen tus amigos de mi. Si me gusta leer, me gusta leer, y no lo voy a ocultar. Espera... te avergüenzas de que me guste leer ¿no?

-¡Ey! No, eso nunca, Blanca, pero, es una pequeña metirijilla que les he hecho, sin importancia.

-Pues a mi me duele que no les digas a tus amigos la verdad, y más si es una cosa sobre mí.

-Lo siento...

Taylor se acerca a mí para darme un beso de despedida pero me retiro y me voy.

-Ya vendrás.-Oigo susurrar a Taylor.

Summer Love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora