Pet Complex (Novela Yaoi)

¿Quién está al mando?

-Lo odio-dice Dion por quinta vez en el día.

No importa cuantas veces le he explicado que Brad es una persona agradable, él sigue diciendo lo mismo cada vez que menciono su nombre.

Busco una camiseta qué ponerme y Dion ni siquiera me mira.

A diferencia de las otras veces en que buscaba estar cerca de mí, desde que vino Brad Dion  se comporta desinteresado. Ha llegado incluso a salir de la cama a media noche para dormir en el sofá.

-Bueno, si te hace sentir mejor, tú tampoco le agradas-digo poniéndome la camiseta de un tirón-. Pero al menos prometío que será más respetuoso contigo, además podemos confiar en él, sabe que estás aquí conmigo.

Dion recostado en la cama y cruzado de brazos mira hacia la pared.

-¿Le dijiste que me quieres?

Volteo hacia él con los ojos muy abiertos.

-Eh... no... es muy pronto para darle tantos detalles...-me doy vuelta de nuevo y me siento en  la cama para calzarme los tenis.

-Debí suponerlo.

Dejo caer los hombros y suspiro.

-Ya es extremo que te conociera, que sepa incluso que existes. Tenemos que darle un poco de tiempo para que entienda nuestra situación.

Dion gruñe.

-Debimos dejarlo como un secreto, no me gusta que ese pelmazo sepa de mí-dice saliendo de la cama y yo me estiro completamente justo a tiempo para tomar su muñeca.

-Moriría por decirle que estamos juntos Dion-digo acariciando su piel-. Pero si  no queremos dar más explicaciones es mejor que menos personas sepan sobre tí.

-Yo tenía razón-dice Dion soltándose-.Pero tú insististe en llevarme al exterior y ahora me ocultas. Todavía eres un papanatas.

Lo atraigo hacia mí, para que se siente a mi lado.

-A él no le importa que me gusten los chicos, no es esa clase de persona.

-¿Y porqué debería importarle eso?

Ignoro el conocimiento o las nociones que tiene del mundo, pero esto me da una pista de que está un poco empolvado en lo que se refiere a relaciones tabú.

-Mejor olvidemos el tema, Brad sabe que soy responsable de tí es cuestión de tiempo para que se de cuenta de lo que de verdad siento por tí. Por lo pronto alejémoslo de la invitación a hacer más preguntas.

―Es muy insignificante, no veo que riesgo corremos con que sepa que eres mi dueño y me quieres.

Mi estómago da un vuelco.

―Dion, él se alarmará si sabe todo esto de ser tu dueño

―¿Y qué?

Busco el rostro de Dion, que continúa apartándolo, dándose unos aires de ofendido.

―Eres un gatito muy celoso ¿sabes?―digo rascándolo detrás de la oreja.

Se desliza hasta mi regazo y rodea mi cuello.

―Porque no cuidas bien de mí.

―No seas ingrato Dion, hago todo lo que puedo por cuidarte.

―¿Entonces por qué no soy una mascota feliz?

―Eh...quizá porque eres un tanto exigente.

Dion da un lenguetazo pequeño junto a mi boca.

―Pensé que eres feliz cuando yo lo soy―dice casi con un puchero―.Y lo lograrás si eres muy bueno con Dion.