Diferente

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Estoy allí cuando sucede.

Le grito a mi tío que no lo haga. Que deje de disponer de Dion como si fuera un objeto, pero él no me escucha. Hay una barrera que nos separa.

Tampoco puedo acercarme porque una fuerza me lo impide, y ya sin más alternativa, trato de llamar la atención de Dion.

-¡No lo dejes!-le suplico deseando que salga de su cama-¡No eres de su propiedad, escapa!

Pero Dion me ignora.

No puedo creerlo y golpeo la barrera ¿por qué lo permite? ¿por qué tiene que hacer todo lo que él le dice?

Entonces lo veo sonreír. ¡Está feliz!

Una sensación amarga sube por mi estómago hasta mi boca y el miedo que llena mis venas, se convierte de forma paulatina en rabia. Odio a mi tío y empiezo a odiar a Dion por aceptarlo a él. Veo mis manos temblando y temo lo que quiero hacer con ellas para saciar mi sed de venganza... pero venganza ¿por qué? Cualquier cosa que ellos hicieran no es asunto mío y aún así me siento ofendido por verlos juntos.

-¡Isaac! ¡Él no es tuyo! ¡Dion no es juguete!

Mi tío me mira y sonríe, su gesto se vuelve malicioso al tiempo que embiste a Dion con gradual violencia.

Aprieto los puños y lágrimas de ira corren por mis ojos. Isaac ha ido demasiado lejos, y no le importa. Por el contrario, tiene un aire triunfal. Y antes de preguntarme porqué le da tanto gusto fanfarronear, descubro de nuevo a Dion disfrutando de la rudeza de mi tío.

¿Así es como le gusta que lo traten? Un nudo aprieta mi garganta.

Entierro tanto las uñas en mis manos que siento la piel rasgarse y mi sangre a punto de brotar.

-Es lo que es-dice Isaac, y su semblante es cínico.

Me tapo los oídos para no escuchar los sonidos que produce Dion, ni las palabra de mi tío y cierro los ojos.

-Eres un necio-dice Isaac-.Es lo que es, entre más pronto lo aceptes mejor.

Siento la furia carcomerme por dentro.

Isaac, es un monstruo...

Y cuando abro los ojos, soy yo el que está sobre Dion. Soy yo el que lo posee con fuerza y ahora él está feliz conmigo. Nunca me sentí tan vivo.

Pero cuando estoy a punto de acabar, levanto la vista y encuentro a Isaac del otro lado de la barrera invisible. Tranquilo y sobre todo complacido, me sonríe.

Entro en pánico, porque esto significa que ahora yo soy el monstruo.

-Despierta Jude, por favor...-suplica Dion-No te mueras.

Siento un trazo de humedad en mi mejilla y cuando despierto, los cabellos de Dion cosquillean mi rostro. Está muy cerca de mí, pero sus ojos están cerrados cuando me da una suave lamida.

Suelto un quejido prolongado y luego empiezo a lloriquear. Me mata el dolor de espalda, y cosa graciosa, la contusión por el piñón me duele más que el golpe al caer.

-Estoy vivo Dion...-me da un abceso de tos-.O algo así.

Dion se aparta un poco.

-Si no sabes subir a los árboles no deberías intentarlo siquiera.

-Ya aprendí mi lección-le digo entre cada tosida.

Dion Intenta moverme pero me duele muchísimo.

-Mejor esperemos un rato-le digo.

Mis ojos bailan por el rostro de Dion y los destellos de sol que se filtran por follaje del árbol que se ve detrás de él. Luego, con culpa, desvío la mirada. No quisiera que nunca se enterara de lo que soñé. Y aún cuando mis huesos podrían estar rotos, siento que no es suficiente castigo.

Pet Complex (Novela Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora