07 de mayo

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Soy Damian wayne, el único hijo de sangre de Bruce Wayne, su heredero, su hijo, su maldición, Bruce es un hombre que no estaba feliz por mi llegada, el día que nací fue un día triste.

Bruce no quería un hijo con mi madre, y llegué, no puedo culparlo, ya nadie lo compraría o aceptaría vender a su descendencia a él por mi, ellos aceptan que tenga niños huérfanos, aumentan su precio de venta, pues es un "alma caritativa", pero un hijo de sangre lo vuelve en comprable, su fortuna se estanco gracias a mi.

Irónicamente ahora soy aquel por quién fortuna a ganado, su tragedia se volvió un excelente negocio, alguien que aumento su fortuna y la seguirá aumentando hasta el día que muera. La avaricia de mi padre me a condenado a estar con quién no amo, apesar de los intentos de cortejo de Jonathan no me siento feliz, no podría estarlo, fui vendido, apesar de que para cualquier ser en este mundo sea un sueño, el ser comprado a tan alta cantidad, para mí es humillante, no soy un objeto.

Los sirvientes me preparan para la boda, la absurda boda, no tengo opción, escapar no es una, vi a los guardias de madre custodiando el lugar, claramente no tiene intenciones de dejar que me valla, es estúpido, ella cree que estás cosas son absurdas, más sin embargo apoya a padre con esta idea.

Siempre creí que el día de mi boda sería diferente, creí que jamás llegaría, esperaba que no lo hiciera, pero aquí estamos en mi funeral.

Joyas, telas finas y diamantes, decoran mi ataúd, mi ataúd de seda blanca con bordado en oro y algunas esmeraldas.

Jonathan parecía completamente alegre, como un perro, esperando por mi en el altar de rosas, sería una imagen mágica para cualquiera, incluso para colín, quien le observa desde el público con una sonrisa compasiva, conoce mi sentir, sin importar que esté entusiasmado por su propia boda en unas semanas, me comprende.

¿Acaso a alguien le importa mi incomodidad?, ¿Las lágrimas que bajado de mi rostro entre el Belo?

-te ves hermoso - Jonathan como siempre buscando halagar me.

La ceremonia fue muy lenta, tediosa, un fastidio, y después del "si, acepto", pudimos marcharnos, todos aplaudían, todos gritaban, estaban emocionados, felices, festejaban mi agonía.

Ahora estamos aquí, en mi nuevo hogar, Titus parece feliz en la granja, Alfred está tan incómodo como yo, y yo bueno, nos preparamos para partir el día de mañana a nuestra luna de miel, Jonathan está emocionado, quizá lo asesine más tarde.

He pensando en usar belladona, o quizá una daga, un accidente con las cosas de la granja, aún no lo decido, siento que dentro de mi existe una discusión por el método de homicidio, como sea, seré viudo muy pronto.

Los secretos de Damian WayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora