01 de junio

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El tiempo pasa más rápido de lo que realmente deseo admitir, acepto que Jonathan no es tan desagradable, hace unos días lo vi en la ducha, la primera vez que lo veo desnudo desde que nos casamos, las familias comienzan a presionar sobre los niños, aun no quiero hijos, pero después de verlo desnudo, bueno, no vendría mal intentar hacer uno o dos. Jonathan fue la mejor opción, no es alguien que me presiona para aceptarlo en la cama, ya sea para tener relaciones o simplemente para dormir a mi lado, tampoco para besarlo, o salir con él, estoy feliz de eso, aunque poco a poco le voy aceptando en mi espacio, hace unos días le deje dormir en mi cama, bueno, lo invite, por llamarlo de alguna manera, fue un poco extraño, -Jonathan, está haciendo frio- le dije aquella ves - quiero ir a la cama, y necesito calor- el después de eso fue a la cama conmigo, se acurruco  y no tuve más frio. Acepto poco a poco el que este bese mis labios, ya no le muerdo cuando lo hace, estoy feliz, de alguna manera me siento en paz.


Por supuesto, Jon no es perfecto y este idiota termino discutiendo conmigo, pero no fue mi culpa, no del todo, la cosa es que uno de sus hermanos llego a la casa, yo no sabía esto, ni quien era, el idiota no llego a la boda, como sea, le di una golpiza, jon se ofendió claramente por la golpiza del hermano, discutimos y bueno de momento no hablamos, por supuesto al inicio no me importo, mejor para mí, creo. Pero por alguna razón el silencio no fue tan cómodo como había supuesto, por alguna razón fue molesto, deseaba su atención, según él me había dicho que su hermano vendría, pero la verdad no recuerdo eso, supongo que es porque no preste atención del todo. (según él), no estoy seguro de como tomar esto.

Solía creer que era un ser completamente indomable, y por supuesto que lo era, pero ahora por alguna razón, tengo esa tonta idea de ceder, disculparme, joder, este no soy yo, y no sería propio de un Alghul, así que resolveré esto de la manera más sana posible para mi orgullo, le llame y espere por en él en su cama, en calzoncillos, por supuesto el enojo de Jonathan desapareció después del tercer o cuarto beso, o eso quiero creer, sus manos jugaban mucho con mi miembro, quiero creer que termino con su absurda rabieta.

Los secretos de Damian WayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora