❝𝐺𝑜𝑙𝑑𝑒𝑛 𝑅𝑎𝑖𝑛❞ // Taelice

Another Year Less... Yeah!

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Por fin nuestra esperada fiesta se asoma por la puerta. si, la misma que cruza nuestro protagonista mientras que la princesa se abraza a si misma en la bañera.

Flores, Pastel, Un exquisito olor a vainilla y lo mejor de todo un Morbido pasado que extrangula el Próspero comienzo.

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Un día tan hermoso este solo pronostica una tormenta, piensa su alteza mientras camina por el puente, la suave y refrescante brisa levanta su cabello y airea su camisa. Mirándose frente al espejo de obsidiana convence a su corazón de no moverse ni muy lento ni muy rápido, lo suficiente y que ni por encontrase a la mismísima Rosseane en medio de sus cosillas raras, de un brinco.

Acomoda su máscara de tigre por dónde solo podían asomarse sus ojos tan llamativos de tigre. Un baño más en perfume y está listo para la acción.

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En el balcón suspiraba la pequeña princesa con encantos de Afrodita. El vestido arrastraba el suelo pero cada detalle de la marina prenda sencillamente opacaba sus desventajas, se coloca  en antifaz despacio dandose una última inhalada de aire, claro está profunda, pero vaya que en este estado podría olvidar como respira fácilmente.

Taehyung con tan confianza que carga se manda escaleras abajo en un instante imposible no sin escuchar chillidos de figuras femeninas. Todo lo contrario a su gemela que se sostiene de la baranda por casi dos minutos hasta que los murmullos dejan de ser sumbidos del fondo a convertirse en el papel protagonico para sus oídos, con esto también risas y sarcasmo. Su pie izquierdo toca el suelo y luego el derecho igual, tiembla y apresar de haberse prometido no volver a respirar hondo el resto de la noche se falla a si misma.

La música sube repentina justo tal marea - Que haces?- pronuncia el inaudible dado a que la circulación le falta por su agarre.

Aterriza nuevamente- Ta-Ta- y en uno de los estados más frágiles en los que se a podido encontrar, su mano sube agarrándose de el hasta la tersa, blanquecina piel de su cuello y dejándose guiar, bailan al compas. La sensación de mareo en la cabeza y vacío en el pecho no se va solo pierde intensidad un rato.

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Lalisa

La rojez pintada por mi mano, su hermoso cuello del que emana un exquisito olor, fresco, no muy masculino pero tan sexy, tanto como para tener que atarme a mis adentros porque de otra manera lo empujaría por la nuca, le haría sentir mi respirar en sus zonas más frágiles, su delicada piel erizada, el estremesiendose y de sus labios ese sonido que a de ser la entrada al cielo, ese coro de este ángel, Que yo tanto...

Mi pecho duele y mi estómago se encuentra en caída libre. Tal como si nada ubiese pasado en cuatro meses, como si otra vez estuviese en aquel baile donde el deseo de salir corriendo y romper cualquier lejanía que nos separe aún.
Nos hemos alejado hace ya un tiempo sin decirnos el porque ni siquiera proponerlo sencillamente cortamos el lazo hasta donde llegaba la visión. Tenerlo así a sido soñado por mí desde casi un mes. Va a matarme con esos ojos azules tan claros tal lago reflejado en el espejo yo también puedo encontrarme, en las praderas verdes con tono oliva que con sus aguas protege como si de el tesoro más valioso se tratase.

Su mirada sigue fija en la mía como en una competencia— Feliz cumpleaños alteza, espero y le deseo los más grandes exitos en el futuro más próximo...— el tonto suspiro que se me escapa le devuelve esa picardía y burla con que normalmente mira.

Me empuja con notorio desprecio a las palabras dichas por mi, su reverencia perfecta solo me empeora. La nueva canción y última que debemos bailar juntos se hace presente al fondo— Espero y estás marcas no formen parte de él.— mi intento de respuesta es silenciada sin poder soltar un sonido — Solo bailemos.