Capitulo III

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Renaud no pensaba ir a la fiesta. Aunque en condiciones normales no se lo habría perdido por nada del mundo, tenían todo el derecho y las ganas de celebrar por todo lo alto su entrada triunfal al teatro de las grandes esferas. Pero estaba demasiado avergonzado, demasiado inestable, y demasiado asustado como para atreverse a compartir espacio de nuevo con aquel omega, y mucho menos en un contexto lúdico y festivo como aquel. Temía lo que pudiera hacer si de nuevo lo tenía cerca, con alcohol de por medio y preso de la deshinibición. No, lo mejor que podía hacer era alejarse, por el bien de todos.

Hugo no se le había acercado en los camerinos, apenas había obtenido de él un escueto vistazo de sus rizos oscuros mientras se cambiaba a toda prisa. Cosa que era bastante extraña, ya que el omega solía tomarse su tiempo para vestirse, luciendo con orgullo su fibrosa anatomía mientras charlaba y reía con el resto de sus compañeros. Renaud casi agradeció que esta vez fuera diferente, aún tenía los instintos a flor de piel, aún temía no ser capaz de controlarse si seguía teniéndolo cerca. Por eso, imitando su celeridad, se deshizo de su vestuario y su maquillaje a toda prisa, y escapó raudo de las garras de Dominique, que insistía en que no podía irse, en que tenía que celebrar con ellos en la mejor noche de sus vidas, y no estaba dispuesta a aceptar un no por respuesta.

El camino hacia su casa por las calles de París se le hizo eterno. Y cuando por fin se supo a salvo en el interior de su hogar, cerró la puerta de un portazo y se dejó caer en el sofá, con el rostro enterrado entre sus manos, sintiéndose estúpido, culpable, vulnerable, y sobre todo, expuesto.

Había exhibido su condición de alfa como si todo le diera igual, se había comportado como un animal, había hecho lo peor que podía hacer un alfa que vivía entre omegas, había revelado su condición de depredador, de bestia peligrosa que podía dominarles, hacerles daño... Tenía suerte de que nadie se hubiera enterado, su futuro en la compañía podría haberse acabado antes de empezar. Si se enteraban... Si lo expulsaban... Se pasó la manos por el cabello y tiró de él, preso de la frustración. Y Hugo, Hugo se había dado cuenta, y había sido él quien logró mantener la cabeza fría y evitar que todos se percataran de su momento de debilidad... Si no hubiera sido por él... El sueño de toda su vida habría terminado nada más empezar.

El omega se alejaría, no le cabía la menor duda, había dejado tan claro su interés en él que no podía creer que no hubiera reaccionado de una manera mucho más escandalosa. Suponía que su buen corazón le había impedido exponerlo ante todos, pero hasta ahí llegaría su generosidad, eso era seguro. Hugo no volvería a dirigirle la palabra, no volvería a dedicarle una de sus sonrisas, no volvería a agitar sus sedosos rizos frente a él. Y eso lo llenaba de pesar y desdicha.

Si en la más inmencionable de sus fantasías, si alguna vez se permitió a sí mismo tener una mínima esperanza, esta se había desvanecido con sus acciones. Había sido tan vulgar, tan rudo... A un omega como él había que cortejarlo debidamente, ir despacio, colmarlo de regalos y atenciones, no avasallarlo con feromonas y gruñidos. Con el tiempo quizás se hubiera atrevido a intentarlo, si hubiera visto algo de interés en él por su persona. Pero ahora... Después de lo que había hecho, aquel omega tan perfecto no querría verlo ni en pintura.

Se levantó del sofá y caminó hasta la nevera, de dónde sacó sin remordimiento alguno una cristalina botella de cerveza. Ahogar sus penas en alcohol sonaba bien, y hacerlo en la intimidad de su hogar donde nadie pudiera verle siendo el más absoluto de los fracasos sonaba aún mejor.

Se bebió el contenido de aquella primera cerveza de un solo trago, resintiendo el amargor en su paladar y agradeciendo la frialdad del líquido deslizándose por su garganta. Agarró otra de manera inmediata y bebió de ella esta vez con más calma, saboreando cada trago y tratando de reconfortarse a sí mismo.

El Mundo Es Un Escenario (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora