Capítulo 2

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«No me lo puedo creer» pensé, «no pude ser que no esté en casa»...

Vi que la puerta del jardín estaba abierta, así que decidí entrar. Subí por una enredadera que llevaba a la ventana de la habitación de mi novia y entonces lo vi.

Mi mejor amigo estaba sentado a los pies de la cama, sin camiseta ni pantalones. Llevaba puestos solo los bóxeres, y encima de él se encontraba...

Se estaban besando con mucha pasión, hasta que vi que mi novia se empezó a quitar la poca ropa que le quedaba.

Decidí volver a bajar por la enredadera para no ver más esta escena. Volví a casa, y le escribí un mensaje. Ya lo miraría cuando acabara de hacer... eso.

La bloqueé. Me fui a dormir, no quería suponer más por hoy. Ya había tenido suficiente. Además, ya era bastante dolorosa ver con quién habías perdido la virginidad haciendo cosas íntimas con tu mejor amigo desde primaria.

Cuando desperté, necesitaba un baño reconfortante y un buen almuerzo. Ahora entiendo por qué mi novia llevaba ya unos días bastante distante.

Pasé el resto del día encerrado en mi cuarto. No salí ni para comer.

Como ya he dicho mis padres eran como mi diario secreto, pero esta vez, preferí no contarles nada.

Me volví a dormir, y me desperté muy temprano, por la madrugada. No tenía sueño, así que decidí revisar mi móvil, pero no fue muy buena idea. En cuanto vi que mi novia me había llamado diez veces, supuse que me quería contar algo.

La llamé, no me contestó y apagué el teléfono.

No sé por qué extraño motivo, empecé a llorar, y así, me dormí.

¿Quién diría..?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora