—¿De verdad te parezco bonita? ¿Qué pasó con tu ex?
—¡Mierda! No debí de haber dicho eso...
—¿Por qué...? Ya sé que nos acabamos de conocer, pero me lo puedes contar. Necesitas desfogarte, veo que estás muy tenso. Además, no conozco a nadie de aquí, así que tampoco se lo puedo contar a nadie... Bueno, como ya has visto, soy muy cotilla, y cuando no me ponen freno, no paro de hablar y hablar y hablar...
—Ok, ok, ya entendí. Te lo explico, pero no se lo cuentes a nadie...
Y así, nos pasamos todo el resto del viaje, yo contándole todo sobre mí, y ella sobre... bueno, ella. Me dio la sensación de que la conocía de toda la vida.
Cuando llegamos recogimos el equipaje y nos encontramos con los monitores. Nos repartieron habitaciones (eran de 4 personas), y fuimos a ponerlo todo allí. Estábamos divididos en 2 pasillos. Abajo estaban las chicas, y arriba, los chicos.
Cuando llegué a la habitación ya estaban todos mis compañeros, así que me tocó la única cama que quedaba libre. Lo puse todo en el armario, y empecé a conocer a todos los chicos de la habitación. En total éramos cuatro. Voy a describiros muy cortamente qué fue lo primero que vi en ellos.
Marc: el más alto y divertido de los cuatro. Pelo castaño y ojos color miel.
Hugo: el de los ojos azules (dioss, me encantan esos ojazos) y pelo negro.
Leo: el del pelo rizado color café y ojos color avellana.
Y yo: el de los ojos verdes y pelo rubio.
Me parece que de todos mis compañeros soy el más feo. ¿Pero los habéis visto? Que mantengan distancia si no quieran que me vuelva gay (sin ofender). Aun así, los tres son muy simpáticos y congeniamos enseguida.
Estuvimos hablando un rato, y nos fuimos al comedor. Allí nos pusieron por grupos de ocho. Cuatro chicos (nosotros) y cuatro chicas. Adivinad. Por pura coincidencia, me pusieron junto a Bea y otras tres chicas. Hicimos juegos de presentaciones y eso es lo que entendí:
Abril: Pelirroja, ojos verdes, muchas pecas.
Bea: Ya sabéis como es.
Laia: Morena, ojos azules
Emma: Pelirrubia, ojos miel.
Muy guapas todas. Enseguida nos dijeron de pasar un rato en su habitación para conocernos mejor, a lo que todos accedimos.
Vi como Leo miraba de una forma especial a Laia, del mismo modo en el que Marc miraba a Abril. Me fijé en eso, y cuando se lo iba a contar a Hugo, vi como miraba a los labios de Emma. Veo que ya se fijaron en las bellezas de nuestro grupo, jeje.
Me acerqué un poco a Bea, y se lo conté. Ella me dijo que también lo había notado, pero que le habían dicho las chicas que ellas no estaban allí para enamorarse. Y ella tampoco. Me decepcioné cuando me lo dijo, quizá porque me empezaba a gustar. Pero creo que no es posible que me enamorara de ella en tan solo unas horas.
Bueno, haré lo que sea para que las chicas se enamoren de mis nuevos amigos.
ESTÁS LEYENDO
¿Quién diría..?
Ficção AdolescenteMateo tiene novia. Llega el verano, junto con el calor, y sus padres deciden enviarlo a un campamento de verano. ¿Qué podría ir mal al estar dos semanas lejos de su amor?