El Cometa Purpura (NaruHina fanfic)

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-Tienes que subir a la cúspide en tres minutos con veinticinco segundos-Hinata tomo su teléfono y lo coloco en el porta celulares a un lado de su volante para poder ver el tiempo. cuando iba a salir Naruto se metió por la ventana y saco el celular de Hinata de aquel fijador-sin mirar el tiempo-esta abrió sus ojos en grande-accionas el cronometro y dejas tu teléfono en tu bolsillo o algo. no lo vas a mirar hasta llegar a la cúspide.-

-¿¡pero como voy a saber que voy en buen ritmo!? ¡además, es un tiempo muy lento!-el le sonrió.

-es un proceso, poco a poco lo entenderás. confía-ella rodo los ojos divertida y le hizo caso a Naruto que, también iba a hacer el ejercicio cuando ella baje-puedes comenzar, cuando estés arriba paras el cronometro ¿okey?-esta asintió y engrano la primera marcha saliendo lentamente de aquella zona de descanso en la que ambos autos se encontraban comenzando a acelerar poco a poco metiéndose en su concentración absoluta mucho antes de comenzar realmente la vuelta. Naruto activo aquel cronometro cuando ella acelero a fondo y se sentó en el capot de su auto pensando en que quizas, este desafío puede llegar a ser mucho para Hinata. se debía acostumbrar a una nueva caja de dirección y debía aprender a medir sus vueltas con una vara distinta a la que estaba acostumbrada.

ella arranco con su poderoso Mazda a darlo todo. sin dudas, aquella caja de dirección se sentía mas agresiva, girar unos pocos grados el volante le daban aun mas giro en sus ruedas que de costumbre por lo que, con menos giro ella intentaba acostumbrarse a aquel ritmo que necesitaba descubrir.

sus curvas eran imprecisas en un principio, sin embargo, al seguir adelante fue encontrando aquel ritmo que le fue favoreciendo conociendo un poco mas las modificaciones que a aquel Rx7 le hicieron. se sentía contenta por una parte aunque, echaba en falta su comodidad y confianza absoluta en su volante que ahora era diferente al que ella conocía.

por su parte Naruto observo su cronometro pensando en muchas cosas mientras observaba la luna que brillaba en todo su esplendor-si no domina la mitad de este ejercicio antes del fin de semana... tendré que rezar por un milagro-ese milagro debía ser la lluvia, sin duda alguna era lo único que quizas salve a Hinata contra aquel Mitsubishi Lancer Evo. cuando comenzó a escuchar aquel Rx7 se preparo para recibirlo. necesitaba mirar sus neumáticos y sobre todo, necesitaba saber que no se salió de pista en ningún momento.

-este ejercicio es una perdida de tiempo-ella bajo del auto realmente enojada-¿como puedo saber que ritmo llevar si no puedo ver el tiempo-El rubio se sonrió divertido estirando su mano hacia ella. al ver su cronometro pausado en dos minutos treinta se carcajeo divertido.

-no todo es velocidad Hinata-ella rodo sus ojos molesta ante lo que el dijo-vuelve a salir. esta vez recuerda el ritmo que has llevado y comienza a moderarte-el observo los neumáticos sonriendo por que estos no presentaban desgaste lateral. quería decir que ella a pesar de no saber a que velocidad ir estaba midiendo poco a poco aquella velocidad en curva y recta. esa cúspide en la que ellos entrenaban era muy ventajosa dado que, su camino era por demás bacheado y el turbo que ella tenia era uno que entregaba mucha potencia en bajos y altos por lo que, un simple desliz en el pie del acelerador podría causar una perdida de tracción en aquel Mazda el cual podría patinar en cualquier lugar-dosifica el acelerador en todo momento ¿si?-ella asintió subiendo al auto una vez mas.

nuevamente salió hacia aquella cúspide dejando un sonido atronador detrás de ella-¿que son treinta segundos? el tramo de Naniwa aproximadamente debe ser de dos minutos y cuarenta segundos... ¿podrá dosificar ruedas allí?-se murmuraba a si mismo mientras pensaba en Hinata y su capacidad al volante.

la noche transcurrió en varias pruebas que Hinata hizo intentando acercarse a ese tiempo objetivo. en sus últimos intentos estuvo en una brecha de unos veinte o treinta segundos mas lenta o mas rápida. lamentablemente se fue con el mal sabor de boca de no poder ser lo suficientemente adaptativa a un ritmo impuesto por su propia mente.