Capitulo 3

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CAPITULO 3: UN DESCONOCIDO.

¡PAF!

Un disparo evitó que me disparen, irónico.

Los soldados que tenían pensado matarlo ahora estaban muertos, inmóviles en el suelo.

Tres hombres se acercaron a XiChen y le quitaron la capucha que tenía puesta.

—¡O-oigan! ¿¡Quiénes son!?

—¿Quienes somos? Tu posible salvación. —Habló uno de ellos. Era alto y corpulento, no era blanco como XiChen su tono de piel era ligeramente más moreno. Sus ojos eran color almendra, su cabello negro amarrado en una coleta alta. Vestía de verde militar.

Los dos hombres que lo acompañaban lo habían tomado de los brazos con fuerza. Llegaron hasta un edificio que aún no estaba ni quemado ni en ruinas. Bajaron las escaleras hasta llegar al sótano donde había otros hombres corriendo de aquí para allá.

—Un cigarro por favor. — Pidió el hombre, y el cigarro ya encendido fue entregado.

Sentaron a Lan XiChen en una silla  y el hombre se paró enfrente con el cigarro en mano.

—Identificación...  —Lan XiChen se la dió con sus manos temblorosas— ¿De dónde eres?

—D-de Gusu...

—Bien, ¿Eres graduado de la Universidad de Gusu?

—S-si... Soy p-periodista.

—Lo suponía. Nadie entraría a prácticamente a la frontera de la Ciudad XianLe vestido así y de paso con una... ¿Máquina de escribir?

—... Yo.

—Supongo que te iban a matar por no tener un permiso, aunque fuera falso. Pero no lo tenías ¿Cierto?

—No lo tengo y... Ví algo que no debía.

—Hm... Lógico. Ten esto un momento.

Lan XiChen tomó una "caja" que le había dado el hombre.

—¿Qué -?

—Es un temporizador.

—¿De qué?

—Con todo lo que te ha pasado, deberías saber de qué ese temporizador....

El hombre al ver la cara de XiChen, suspiró y tomó la caja. —Es un temporizador para una bomba.

—¿¡Que una qué!?

—¡Sí, vamos volarle este y otro edificio a los malditos Wen! —Dijo un jóven que cargaba un saco.

—Eso es correcto. Oye, ten cuidado con el ese saco, recuerda que ahí van las armas.

—¡Aún no me responde mi pregunta! ¿Quiénes son?

Suspiro— Somos de Qinghe Nie.

—¿Y no tienen armas para defenderse adecuadamente?

—Los Wen nos asaltaron en el camino, las estamos recuperando. Y... Para que no me faltes tanto el respeto, yo soy Nie MingJue. El líder del territorio Nie.

—....

Lan XiChen estaba atónito, tantas emociones lo estaban por matar.

—Bueno, señor Nie -

—Hey, aún no soy tan viejo. Mejor dime MingJue, XiChen.

—¿Cómo...?

—¿Ya se te olvidó? Acabo de leer tu identificación.

»Cierto...«

—En fin. ¿Listos para volar esta mierda de edificio, recuperar nuestras armas y robarles la comida?

—¡LISTOS!

—¡Vaya! ¡Que no se note que les encanta volar edificios y si son de los Wen más les encanta!

—¡JAJAJA!

Nie MingJue miró la cara de Lan XiChen y sonrió con satisfacción — A los Wen no les gusta que mandemos a volar a sus edificios.

—Ah...Claro...

MingJue tomó del brazo a XiChen y salió con él y otros hombres. Empezaron a correr hasta llegar a otro de los miles de edificios en ruinas, donde se escondieron.

—Oye, Joven Lan. Le recomiendo que salga de este lugar lo antes posible, esto no es un juego. Además, así puede escribir y decirle al mundo lo que realmente pasa.

»Realmente, no entiendo nada. Tengo miedo si soy sincero«

MingJue se asomó y sonrió con malicia.—Esta es... Definitivamente, mi parte favorita.

—¿Qué -?

¡BOOM!


Escombros volaron y dos edificios cayeron como si un castillo de cartas se tratara.

Lan XiChen quedó, nuevamente, en shock.

Nie MingJue no lo entendía »Ya vió los cadáveres, vió como casi lo matan y acaba de ver dos explosiones... ¿Por qué se queda tan repetidas veces en shock? No logró entenderlo « pensó Nie MingJue.

MingJue tomó de nuevo a XiChen del brazo y, literalmente, lo arrastró hasta la entrada de nuevo de la ciudad. Lan XiChen vió al conductor que lo había traído, MingJue lo empujó hacia el suelo ocultándose entre los escombros.

El conductor estaba estaba arrodillado con las manos en alto pidiendo piedad a los soldados Wen.

—¡POR FAVOR NO ME MATEN! TENGO HIJOS, TENGO UNA FAMILIA.

XiChen vió a MingJue y tomó el arma que este último tenía en su mano, y murmuró—¡Disparales! ¡Disparales!

—¡Cállate! Es muy imprudente Joven Lan.

—Hmm. No valen nada aquí ¡Disparen!

El disparo se escuchó. Lan XiChen ya no soportaba más esto.

—¡NOO!

Los soldados al escuchar el grito corrieron hacia XiChen y MingJue.

ATRAPENLOS.

—¡Maldita sea! Voy a coser tu boca. ¡Tu imprudencia va a hacer que te maten a ti Y A MÍ!

Ambos hombres corrieron, una bala rozó el hombro de MingJue rompiendo su piel.

—¡Arg! MIERDA.

No había salida, solo un río ambos saltaron. Dejando su vida a la suerte.

Por la fuerte corriente del río MingJue pegó su cabeza con una roca. XiChen lo alcanzó y logró mantenerlo a su lado, le debía un favor. Era hora de devolverlo...

La corriente del río los llevó hasta la orilla. Lan XiChen tomó de los hombros a MingJue y los arrastró consigo hasta la orilla.

XiChen estaba muerto de cansancio, derrumbándose. Escuchó pasos atrás de él, pero ya no tenía fuerzas para seguir.

—Vaya MingJue... ¿Herido? Qué extraño... Y tú... Supongo que tendré que salvarte también. —Habló un hombre. Su olor era a lotos, un olor que XiChen nunca había olido. Era un omega dominante, lo que más le sorprendió de ese hombre fueron sus ojos...

Unos ojos morados con un brillo de fiereza, amabilidad y resentimiento. Como los ojos de su sueño... ¿Sería...?

No pudo terminar de pensar cuando cayó inconsciente.

~Continuará...

Purple eyes -XiCheng-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora