El Vigilante de mi Ciudad /TERMINADO/ (Fan Fic de Nightwin)

Parte 1-Entre las Sombras

MERY

Caminaba en silencio a través de la oscuridad de la ciudad. Yo sabía que la zona por la que caminaba era peligrosa y que era tarde. Pero no tenía hueco para el miedo, que estaba enterrado entre las demás emociones que sentía: adrenalina, entusiasmo, incertidumbre.

Metí las manos en los bolsillos de mi abrigo negro, que iba acompañado de unos pantalones de chándal. Después miré a todos lados, escudriñé cada rincón de los lúgubres y altos edificios que me rodeaban, de la calle, sus esquinas...

Había llegado a Blüdhaven para estudiar criminología y cumplir mi sueño, pero me había encontrado con un caos en las calles. Todo estaba lleno de criminales de toda clase, que no me podía resistir a investigar. Y ahora estaba haciendo de señuelo a uno de los delincuentes que había estado investigando.

Suspiré con calma y miré al frente mientras seguía caminando.

De reojo, pude ver como una figura se alzaba en una azotea. Hice como si nada, seguí caminando. Y entonces sonó un disparo. Sabía que iba por mí, mi víctima estaba tratando de terminar conmigo porque sabía cosas que no debía saber.

Dí un rápido paso atrás nada más oír el disparo, sabía que no esperaba ese movimiento.

Lo que yo no me esperaba era chocar con algo, o más bien con alguien. Nada más chocar noté que su estructura era musculosa, llevaba una malla negra con un águila azul estampada en el pecho.

Apenas me dio tiempo a ver eso, pues me cargó como su fuese una pluma mientras sacaba un bastón para bloquear una bala.

–¡Agárrate!

No dije nada y obedecí tratando de ver qué pasaba, pero todo era muy rápido. Comenzó a saltar conmigo en brazos y me aferré a él.

Lanzó su bastón hacia el tirador, dándole en la cara. Saltó al tejado donde estaba, yo grité y me aferré a él. Pegó una patada en el rostro del criminal y no tardó en dejarlo atado.

Yo creía que me iba a soltar, pero no lo hizo. En vez de eso salto hacia otro edificio conmigo en brazos.

–¿Te importa si vamos a otro lugar para hablar?

Suspiré y miré su rostro. Noté que estaba enmascarado, y tenía el cabello negro. Me dedicó una sonrisa genuina y me tomé la comodidad de abrazarme a su cuello.

Yo sabía quién era: Nightwin. El vigilante de Blüdhaven.

Asentí lentamente y comenzó a saltar a través de los tejados hasta estar lejos del criminal.

–Mery...Ese es tu nombre, ¿No?

Asentí en silencio, no me gustaba que supiese mi nombre.

–Tú has estado investigando a este tipo, ¿Verdad?

Sí, era cierto. Pero negué, no quería enfrentarme a él.

Nightwin arqueó una ceja con una sonrisa socarrona.

–¿Segura?

Estreché los ojos y me quedé callada. Sabía algo, así que esperé a que hablase.

–Tú... Esta noche estabas haciendo de señuelo para atraerlo y conseguir pruebas para llevarlo a la policía.

Dijo el vigilante con expectación por mi reacción. Yo abrí los ojos como platos,¿Como diablos sabía eso?

Sacó de su traje unos papeles y me los mostró. Solté un jadeo de sorpresa al ver eso. Eran mis investigaciones. Este tipo había entrado en mi casa, eso significaba que me había estado investigando.

Frunció su labio en una sonrisa de satisfacción al verme así. Esa sonrisa pasó a tener un matiz amable.

–Mery, eres buena en lo que haces. Perdón por invadir tu privacidad y entrar en tu casa, pero cuando noté los criminales que habías llevado a la cárcel me puse a investigar para saber si eras una villana. Pero no, por eso no quiero hacerte daño.

Fruncí el ceño estudiándolo. Me llamaba la atención lo que hacía en sus patrullas y sentía curiosidad por él, pero no por eso confiaría fácilmente en Nightwin.

–Entonces, ¿Qué quieres de mí?

Me ofreció mis papeles y los tomé con soltura.

–Trabajemos juntos. Alguien como tú me sería de mucha ayuda, si sé cómo parar a un delincuente puedo mandarlo a la cárcel directamente y terminar de raíz con el problema.

Parpadeé perpleja ¿En serio? Bueno, yo buscaba ayudar con mi carrera. Pero ahora... Me estaban ofreciendo una oportunidad para hacerlo. No era lo que esperaba, pero era genial. Sonreí levemente con más confianza y tendí mi mano.

–¿Cuando empiezo?

Y en ese momento se escuchó un disparo, Nightwin se abalanzó sobre mí para tratar de protegerme... Pero no llegó a tiempo. Sentí un dolor agudo y mi sangre se comenzó a derramar con velocidad.