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Ahí estaba, Eddie Munson, siendo asaltado por una orda de niños mientras que a su lado Argyle era saludado por Nancy y Jonathan.
- ¿Estás sobrio, verdad? - preguntó seriamente el cenizo mientras agarraba por los hombros a su amigo.
- Si, lo está, me he encargado de ello - Habló Eddie a un lado para luego devolver su atención a los niños. Once le mostró el largo de su pelo mientras que los demás le atosigaban preguntando si esa noche jugarían a D&D ya que, por lo visto, llevaban un tiempo sin jugar debido a que el metalero debía asistir a sus prácticas de banda.
Steve podía sentir como su rostro se calentaba ligeramente mientras escaneaba con la mirada a Munson y se maldecía por no poder ver los músculos de sus bíceps ya que llevaba una camiseta de Iron Miden de manga larga, sin embargo, la camiseta era un poco ajustada, así que se le notaba su delgada pero ligeramente fornida figura. En palabras de Munson, no solo se puede conseguir haciendo deporte, también se puede cargando altavoces e instrumentos de un lado a otro.
- ¿Te gusta lo que ves? - dijo repentinamente una voz a su lado que lo asustó y casi hace que se caiga del sofá. Steve agradecía que Max se hubiera levantado para ir con su novio a presumir sus trenzas bien hechas.
- ¡Robin! - se quejó en un susurro - ¡Cierra el pico! ¡Te puede escuchar, y si te escucha, le pediré a Once que abra un portal solo para un demoperro me mate!
Steve odiaba que su mejor amiga supiera de su pequeño enamoramiento hacia el metalero, pero, ¿a quien sino se lo contaría? Aún recordaba como su amiga le dió un golpe de realidad, y todo fue hacía dos meses, en pleno Octubre.
- ¿Vuelves a llegar tarde, en serio? - se quejó la rubia, cruzada de brazos, tras él mostrador de Family Video.
- Perdón, es que...me he dormido, sí, eso - se excusó.
Robin levantó una ceja, incrédula - Steve, ¿Me estás mintiendo?
- No, para nada. ¿Por qué te mentiría?
- Para que yo no supiera que en verdad te paras como imbécil frente a la tienda de instrumentos y cassettes del barrio central.
- ¿Q.que? ¿Cómo...?
- Tengo mis contactos - respondió mientras miraba sus uñas más que mordidas fingiéndo ser toda una diva empoderada - ¿Vas para ver a Eddie, no es así?
- ...no.
- Steve, desde que Eddie nos contó que encontró trabajo como cajero en esa tienda no has parado de llegar tarde. ¿Qué te pasa? - preguntó ahora con un tono preocupado mientras salía de detrás del mostrador para acercarse a su amigo - Sabes que puedes contarme lo que sea - animó con una cálida sonrisa mientras sujetaba ambas manos del castaño.