La fusión -COMPLETOS-

Capítulo 20: Tambaleándose en el borde

" Lo encontraré y te traeré de vuelta". -Albus Dumbledore, hace muchos, muchos años.

~ Capítulo 20: Tambaleándose en el borde ~

Albus Dumbledore se despertó con el sonido de los gritos. O más exactamente, de repente se dio cuenta de que estaba gritando. ¿Qué acababa de hacer? Estaba mirando alrededor de una habitación en busca de algo que valiera la pena investigar, la mesa en el medio de la habitación lo atrajo de inmediato. Se habían acercado, tanto él como Harry-

"¡Harry!"

"Profesor... ¡aléjese!" Harry mordió entre respiraciones agudas, luchando contra el impulso de gritar una vez más. Todavía deambulaba lentamente por la habitación, agarrando el anillo mientras luchaba contra él. Fue un riesgo increíble, agarrarlo de la forma en que lo hizo. Todo lo que tenía para partir era un sentimiento muy fuerte, que en el gran esquema de las cosas era un argumento bastante débil. No había ninguna garantía de que terminaría en las mismas condiciones que cuando luchó contra la diadema. Por lo que sabía, la cosa lo mataría. Demonios, incluso si fuera exactamente lo mismo, no se sabía si él podría ganar la lucha con seguridad. Pero al final no importaba, tenía que hacer algo, y nunca dejaría que nada lo ganara si tenía algo que decir en el asunto.

Un momento después la presión cesó, como el estallido de una presa. Inmediatamente se sintió rejuvenecido, llenándose de energía como si acabara de tomar una poción de esteroides completa. Sin dudarlo, dejó caer el anillo sobre la mesa donde rebotó por un segundo antes de detenerse. Casi al mismo tiempo, Dumbledore había encerrado el anillo en una barrera visible, haciendo que pareciera que estaba cubierto con un tazón al revés.

"Harry, ¿estás bien?" dijo el Director de inmediato, moviéndose para agarrar el hombro del niño. Parecía que estaba a punto de caerse.

"¡Espera, no-!"

Dumbledore retiró su mano ni un segundo después de hacer contacto con el brazo de Harry, casi como si se hubiera quemado. Harry miraba al hombre con una cara algo tensa.

"Preocupante", murmuró Dumbledore, agitando su varita sobre Harry varias veces con el ceño fruncido. "¿Estás bien?"

"¿Honestamente?" dijo Harry con sombría diversión. "Probablemente no me creerás, pero me siento... genial. Siento que estoy un poco lleno de energía aunque es..." Agitó su mano hacia un lado de una manera perezosa como para explicarlo. camino solo para que los gabinetes contra la pared izquierda se hicieran añicos en un espectacular desastre de madera. Harry se estremeció pero ninguna pieza los alcanzó, el Director demasiado rápido con su varita. "Mierda, me estoy encendiendo de nuevo. No fue tan malo la última vez que esto sucedió".

"¿La última vez? ¿Te refieres al verano o..." Dumbledore bajó la mirada hacia el anillo, todavía sentado inocentemente bajo las protecciones que había lanzado. "No importa eso", dijo rápidamente, sacudiendo la cabeza. "Claramente, nuestra velada juntos no ha terminado, pero este no es el lugar para que hablemos. Debemos regresar al castillo".

"No me opongo, pero..." Harry cerró los ojos con fuerza antes de abrirlos de nuevo, claramente esforzándose contra algo. "Voy a romper algo otra vez. ¡No sé cómo detenerlo ahora mismo!"

De hecho, sería un problema si Harry continuaba estallando salvajemente. Especialmente si terminó lastimándose a sí mismo.

"La acumulación de presión que sientes es mágica, por lo que tendría sentido que para disminuirla debamos darle algún tipo de lugar a donde ir. ¿Conoces algún hechizo mágicamente exigente?"

"Fulminis," asintió Harry. Se perdió la pequeña mirada de sorpresa de Dumbledore mientras miraba alrededor de la habitación. "Mi hechizo más fuerte en este momento. Sin embargo, no puedo hacerlo aquí, seguro que lastimaré a uno de nosotros. Tenemos que salir de aquí. Las protecciones todavía están activas, ¿verdad?"