ENTRE ISEKAIS

ISEKAI 1

Capitulo 5
Los Espíritus Más Fuertes

Estoy en el día de mi mudanza, la Reina me concedió un territorio, una isla flotante realmente infértil, me preguntó si eso era lo que quería pero no le encuentro problemas, aún que tuve que construir una casa para vivir cómodamente; estoy a punto de irme a la isla y un grupo de personas están aquí, como una despedida La Reina, Roland, Julius y Jilk.

-No era necesario que estuvieran aquí, no soy tan inútil... Bueno me voy

Me iba a ir sin despedirme pero la Reina me grito, me hizo un gesto para acercarme, me le acerque mientras abría mis brazos y le di un fuerte apretón le di un beso en la frente, ella parecía más satisfecha y me dejó ir tranquilamente, llegamos a mi territorio me notificaron que este lugar iba a ser utilizado de diferentes formas pero su utilidad era cero, como ejemplo como era infértil se le iba a extraer su núcleo de mana, pero no tiene uno si no muchos pero no eran necesarios para lo que iban a ser utilizados, o también como lugar de minería pero tampoco tenía minerales solo era tierra muy pero muy comprimida.

Y listo llegamos, Yumeria veía todo un poco preocupada, puse mi mano en su hombro y le dije que se calmara, caminamos a la mansión que yo mismo construí con mis propias manos derrame sudor, sangre y lágrimas pero es algo perfecto para mí.

-Que te parece Yumeria

Ella cubrió su boca con la mano de manera tímida, realmente adorable, entonces me dirigí a mi habitación en esta mansión y dejé al cerebro de Plutón en un altar y comencé denuevo con mi análisis... Realmente tedioso han pasado varias semanas y no se que día es hoy realmente algo molesto no tener un celular en mis manos, Yumeria viene con mi comida me levanto y acaricio su cabeza, comienzo a deborar todo y noto que mi cuerpo está más regordete de lo normal.

-Yumeria estoy gordo?

Yumeria parecía tener miedo de contestar mi pregunta, eso lo comprueba a ponerme mi dogi de entrenamiento es muy obvio que mejore ese traje para hacerlo aún más pesado, me lo puse y sentí el cambio de peso, salí afuera y comencé a hacer mi entrenamiento, estoy haciendo esto ya que acabe de transferir los espíritus más fáciles ahora tendré que hacerlo con los más difíciles, pero lo haré después de mi entrenamiento...

Estoy viendo las estrellas en el cielo realmente hermoso un cielo estrellado y con varios bichos minúsculos recorriendo mi cuerpo, me levanto del suelo me sacudo y entro a mi casa me veo en espejo y me veo perfecto un cuerpo realmente esculpido por los dioses escucho como una bandeja de cae al suyo, miro en dirección al sonido notando a Yumeria cubriéndose los ojos.

-Que te parece Yumeria un cuerpo realmente hermoso

Ella sale corriendo del lugar muy roja de la cara, limpió lo que se callo al suelo y comienzo a pensar como debería invocar a los cuatro más difíciles... Ya se me ocurrieron varias opciones, comencé  a invocar los espíritus después de comprar varios báculos y bendecirlos los utilizaré como catalizadores y logré convocar a uno solo a uno, Urahara, es realmente difícil y necesito muchos recursos entonces empecé denuevo a conseguir más recursos llendo a explorar mazmorras y misiones del gremio de aventureros, ahora estoy dentro de una tengo que conseguir un artefacto antiguo que está en el final de este lugar, un investigador los ancestros de la humanidad pidió está investigación y como nadie la aceptaba más dinero para mí.

Unos monstruos realmente débiles a mi parecer, solo con un movimiento de mi espada terrae motus y caen con un ruido seco, rápido rápido y encuentro la sala del jefe, un ser con cabeza de cerdo y cuatro brazos, en dos de ellos garrotes de madera con algunos ponchos, nota mi presensia y embate en mi contra, bloqueo con mi espada y empiezo a soltar mana los garrotes se agrietan y el cerdo se aleja rápidamente nota que solo tiene las empuñaduras de sus armas, pone uno de sus brazos detrás de el y saca lo que parece un escudo redondo gigantesco me vuelve a embestir pero denuevo lo bloqueo y se agrieta el escudo haciéndose polvo, hago un tajo hacia abajo y cortó uno de sus brazos, doy un corte asendente y lo corto por la mitad veo un altar con una estatua, la misma que me pidieron, solo la guardo en mi inventario y salgo tranquilamente de la mazmorra.