Capítulo 1

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¿Nueva vida?

¿Por qué dejar atrás recuerdos que ya fueron borrados?

¿No sé supone que parte de la vida es mantener los recuerdos siempre vivos porque nos dan enseñanzas?

Tal parece que para mi mamá no, porque ella insiste en que lo mejor para mi recuperación es que volvamos a su ciudad natal justo una hora después de que me dieran el alta en el hospital. Un poco egoísta si me preguntan, sobre todo si parte de mi proceso de recuperación implica convivir con entornos que me puedan resultar familiares, tal como indicó el doctor. Pero tomando en cuenta que llevamos poco más de una hora de viaje, dudo mucho que pueda hacer algo para que cambien de opinión, y si no la convenció el doctor mucho menos podré hacerlo yo.

—Me recuerdan porque nos mudamos, es que ya se me olvido otra vez —Puedo notar a mamá rodar los ojos desde el asiento del conductor.

—Porque es lo mejor para nosotros. Te va a encantar Londres y deja de bromear con tu amnesia, no es gracioso —Su respuesta es igual de tosca como todas las anteriores.

Me queda claro que sentido del humor no tiene.

—Pero el doctor dijo que lo mejor era que me quedara en casa, o sea que deberíamos estar en la otra ciudad, no camino a no sé dónde —insisto por milésima vez —. Y esta vez no estaba bromeando, en serio se me olvido. Ni siquiera me acuerdo del nombre de la ciudad donde estábamos.

—Harper ya te lo he explicado tres veces, deja de preguntar tanto —dice frustrada.

—Liz, te recuerdo que debido a su pérdida de memoria Hars tiene problemas para retener información a corto plazo. Así que, por favor, sé un poco más comprensiva —El tono de voz del copiloto solía asustarme al principio.

Eso cambio cuando caí en cuenta de que solo usa ese tono serio y ronco cuando habla con mamá, a quien llama por su nombre, pues parece que ella y mi hermano ­–el copiloto –no tienen la mejor relación del mundo.

Aún no sé por qué, pero lo averiguaré, de eso no hay duda.

—Lo tengo, claro, Noah. Estoy cansada y escuchar las mismas preguntas una y otra vez hace que me duela la cabeza.

—Entonces toma una pastilla para el dolor y otra para ser buena madre —El timbre de su voz se vuelve más ronco, soltando las palabras casi con odio —. De la segunda toma varias, porque vaya que lo necesitas. Y Hars, hermosa, pregúntame a mí. Yo puedo repetirte hasta más de mil veces las cosas, no tengo problema —me sonríe y se estira para dejar un beso en mi frente.

Mamá no parece demasiado afectada por las palabras de Noah, es casi como si estuviera acostumbrada, lo que aumenta mis sospechas de que estamos muy lejos de ser una familia amorosa y perfecta. Más si le agregamos a que no hay señal alguna de una figura paterna y que es un tema tan sensible como mi pérdida de memoria.

El resto del trayecto fue completamente en silencio, Liz conduce sería y Noah se limita a darme ojeadas para asegurarse de que no me duela nada o que este cómoda y para responder todas las cosas que le preguntaba.

La tensión en el ambiente disminuye en el momento en que mi hermano enciende la radio y una melodía familiar lleno cada rincón del auto.

— ¿Qué canción es? —pregunto y Noah inmediatamente sonríe.

—Se llama Youngblood, de 5 Seconds of Summer, tu banda favorita. El doctor dijo que la música puede ser estimulante, así que pensé que sería buena idea que los escucharas.

—No recuerdo la letra, pero la melodía si se me hace conocida —digo, feliz de poder recordar un poco sobre la que solía ser mi vida.

—Sabía que la reconocerías y tranquila, la reproduciremos hasta que quede pegada en cada espacio de tu cerebro. De hecho, podemos escuchar cada uno de sus álbumes, ver entrevistas, todo lo que tú quieras.

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