Sexto Sentido

Capítulo 3

¿Chico desconocido?

Pasar de cero cambios a muchos cambios en tan solo un par de días, es agotador. Lo peor es que no sé si son cambios buenos o malos, porque mientras más cosas cambien en mi vida la información que me den sobre el accidente será cada vez menor. Si antes ya no hablaban sobre eso, ahora parece que les dio amnesia a ellos y se olvidaron de ese pequeño detalle.

Uno de los cambios es que por alguna razón comenzamos a pasar más tiempo con los Hastings, lo que es raro porque mamá y su hermana no se llevan para nada bien. Organizan cenas cada dos noches, salidas improvisadas, pijamadas con Megan, etc. Lo único que puedo rescatar de todo esto es que paso más tiempo con mi prima, quien es mucho más accesible a la hora de obtener información, no revela mucho, pero si me ha ayudado bastante a recordar cosas sobre mi infancia, gustos, hobbies, entre otras cosas. Además, es solo un año menor así que tenemos muchos temas de conversación, es casi como mi mejor amiga.

Lo malo de estas cenas y salidas, es tener que convivir con mis tíos. Emily siempre me está mirando raro y su esposo –Patrick o señor neutro como lo llama mi hermano –es aún más incómodo para convivir, porque esta todo el tiempo en silencio, habla en monosílabos y siempre tiene en su cara esa expresión entre cansancio y disgusto.

Por otro lado, la situación con Liz sigue igual de tensa. Casi ni hablamos y cada día, por alguna razón, mi recelo y desconfianza hacia ella aumenta, ni hablemos de Noah que prácticamente finge que solo él y yo vivimos en la casa.

Las discusiones entre ellos han disminuido un poco, la última vez que pelearon fue cuando Noah cambio mi médico habitual sin consultar antes con Liz y cuando ella se enteró se molestó. Desde entonces comenzaron a ignorarse mutuamente.

Con respecto a la escuela, el nuevo doctor –que me agrada más que el anterior y me da un poco más de confianza –recomendó que lo mejor es que me reintegre inmediatamente cuando se de inicio al año escolar. Así evitaría que me retrase aún más –perdí unas materias el año pasado por causa del accidente –, y porque dice que volver a mi rutina normal ayudara a estimular el cerebro y que sea más fácil recuperar la mayoría de los recuerdos.

Para poder reintegrarme a la escuela, tengo que rendir un test para completar las calificaciones faltantes del año anterior y así aprobar las materias. Al principio fue extraño, porque se suponía que estudiaba en Bibury y el traslado de escuela lleva tiempo –según lo que investigue en internet –, pero luego mamá me explico que cuando se ausentaba de mis terapias físicas en el hospital era porque con ayuda de tía Emily estaban encargándose de ese trámite en particular.

Suena raro, pero decidí creerle. No necesito agregar más confusiones a mi cabeza.

Que el doctor permitiera mi reintegración a la escuela, alegro a todos, incluso a mis tíos. Emily dijo que era una buena noticia, porque así no habría problema para ingresar a la Universidad el próximo año si es que así lo quería.

Otro cambio, es que ahora me permiten salir más de casa –uno de los intentos de Liz para ganar mi confianza –, la mayoría del tiempo salgo con Noah y Megan, la última ya le perdió el "miedo" a mi hermano. También pasamos mucho tiempo los tres juntos debido a que mi prima viene todos los días a dejarme sus apuntes y copias de tareas antiguas; y es Noah quien nos explica algo que no entendamos por completo. Incluso hace unos días Megan me trajo la copia de uno de sus exámenes y luego se la llevo a su profesor particular para que la corrigiera.

Y eso nos lleva a este momento. Donde mi hermano trata de explicarnos no sé qué cosa sobre las células y por su cara estoy segura de que ni él entiende lo que está leyendo.

—Nada de esto tiene sentido —relee el libro de Biología Celular — ¿Por qué usan nombres tan raros?

—Porque les gusta complicarnos la vida —dice Megan, subrayando uno de sus viejos apuntes.