En un día de descanso, Jay y Sunoo salieron de compras. Aunque el menor no tenía la intención de comprar algo, Park había insistido tanto para que le acompañe y Sunoo no se caracteriza por decir que no.
—Sunoo-ah~, ¿me veo guapo?
El mencionado levantó la mirada de su celular, encontrando a Jongseong mirándole desde su reflejo en el espejo. Se había puesto un suéter marrón junto a un abrigo negro.
—El abrigo le queda muy bien —asintió, sus ojos pegados a la ropa del mayor.
Y justo cuando Sunoo intentaba volver a ocuparse en su celular, Jay volteó y caminó unos pasos.
—No hablaba de la ropa —dijo luego, mirándolo fijamente mientras una sonrisa se asomaba—. Pregunté si me veía guapo, ¿te parezco guapo, Kim Sunoo?
Jay seguía un poco lejos, pero el castaño lo sentía terriblemente cerca. Sus manos sudaban, su corazón parecía saltar en su pecho y su cara enrojeció.
Ahí iba de nuevo el coqueto Park Jongseong.
Sunoo miró a ambos lados antes de levantarse y caminó hacia él para empujarlo y gritarle por decir cosas como esas en un lugar público.
—Hyung, alguien pudo oírte —protestó aún sonrojado.
—Pero solo hice una pregunta —se sobó donde el menor lo había empujado, aparentando dolor—. Oh, ya veo, ¿no quieres que se enteren que me encuentras guapo?
Sunoo estuvo a punto de empujarlo otra vez, molesto, pero Jongseong sujetó su muñeca y lo acercó de un jalón. Se inclinó hacia atrás y Jay lo siguió inclinándose delante, reduciendo la distancia entre ambos.
—Así ya no te escucharán, solo responde.
El menor no puede ver el gesto en el rostro del contrario, pero apuesta a que sigue con la sonrisa burlona de antes.
—Hyung...—susurró, con miedo de que alguien se acercara a supervisar lo que hacían y los vieran tan cerca—. Hyung, sabes que eres guapo, no necesitas preguntar. Por favor detente, alguien puede vernos.
—No estamos haciendo nada —aclaró y lo soltó—. Vamos, este chico guapo tiene hambre.
Iba a enloquecer, ¿qué sucedía con Jay?
Jay no podía esperar por que Sunoo supiera sobre sus sentimientos.
Hace un rato, cuando se acercó al menor, estuvo a punto de arriesgarlo todo y contarle. Quería levantarle el rostro y darle un beso en la mejilla, incluso morderla y ver si llegaba a ser más roja de lo que se veían cuando Sunoo se sonrojaba.
Se veía pequeño y mil veces más bonito cuando lo tuvo cerca.
Ahora, mientras lo ve caminar, siente una necesidad extraordinaria por rodearlo con sus brazos, ¿así se sentía estar cerca de quien te gusta?
ESTÁS LEYENDO
Make blush; jaysun
FanfictionKim Sunoo es bonito, pero Jay cree que es aun más bonito sonrojado. O; cómo las indirectas no funcionan con personas tontas. Disclaimer: Ciertas partes son basadas en situaciones reales pero la historia es completamente ficticia. - Historia corta.