Forbidden Party [YM]✅

02. Jimin

Y así es más o menos como me persuadieron para ir.

No conoces a Taehyung, pero si lo conocieras, lo primero que descubrirías es que él no se toma las cosas en serio. Nada lo perturba. Nada le preocupa. A veces es la persona más inteligente de la tierra, otras veces es el más torpe. La mayor parte del tiempo me siento celoso del hecho de que simplemente vive el presente.

—Entonces, ¿vas? —me pregunta mi amigo, Hoseok— Me trajo mi café con leche, y especias; el primero de la temporada.

Cierro los ojos e inhalo su dulce aroma antes de tomar el primer sorbo. Pero incluso antes de que su maravilloso sabor a canela y nuez moscada baje por mi garganta, Hoseok ya estaba criticando mi decisión.

—No puedo creer que realmente vayas —dice.

—Ahora sé que oficialmente es otoño —digo, cambiando de tema—. ¿Es que el otoño realmente existía antes del café con leche? Quiero decir, recuerdo que había hojas que caían, colores cambiantes y todo lo demás, pero sin esto... es como navidad sin un árbol de navidad.

—Jimin, ha pasado un día desde el día del trabajador— Jung pone los ojos en blanco— Todavía no es otoño— Tomo otro sorbo.

—Sí, creo que lo es.

—Deja de cambiar de tema— él toma un sorbo de su café negro ¿Cómo no se aburre de esa cosa?

Pero eso es lo que tiene Jung Hoseok. Es confiable. Siempre llega a tiempo; nunca tarde. Es agradable. Eso es lo que siempre me ha gustado de él. Es básicamente lo contrario de Tae, en todos los sentidos. Y eso es lo que hace que verlo de este modo, como un amigo solamente, es tan difícil.

—¿Por qué vas a ir? ¿Taehyung no puede ir solo? —pregunta, mirándome fijamente a los ojos.

Su cabello tiene la molesta costumbre de atravesarse en su rostro justo cuando trata de demostrar algo; como una manera de enfatizar. En realidad es bastante irritante, especialmente por lo irresistible que lo hace ver. Sus ojos brillan bajo la luz tenue en la parte de atrás de la cafetería.

—Voy como su acompañante —le comunico. Hago que mi voz suene alegre a propósito. Esto para que refleje emoción en lugar de ansiedad, que es en realidad cómo me siento al respecto.

—Te está obligando a ir como su acompañante —dice, dándolo por hecho. Me conoce demasiado bien— Es solo que no lo entiendo, Jimin. Quiero decir, ¿por qué molestarse? Es un súper yate lleno de gente asquerosamente rica ¿Qué tan divertida puede ser esa fiesta?

—¿Celos? —pregunto.

—¡No estoy celoso!—Retrocede en su asiento.

—Si eso es lo que piensas... —Dejo que sus palabras se desvanecieran y, de repente, la conversación se torna más seria— No tienes que preocuparte, no voy a faltar a tu fiesta de compromiso—le digo en voz baja— Es el fin de semana después de que regrese— Sacude la cabeza e insiste en que no es eso lo que le preocupa.

—Simplemente no lo entiendo, Jiminie— dice.

¿No lo entiendes?

¿No entiendes por qué voy?

He tenido sentimientos por tí desde hace unos, ¿cuántos? ¿Dos años? Pero el momento nunca fue el correcto. Primero estaba con mi novio, y en la noche de nuestra ruptura, decidiste besarme. Me tomaste por sorpresa. Y después de esa larga y dolorosa ruptura, no estaba preparado para una relación.

Y tú, mi mejor amigo, nunca fuiste realmente un plato de segunda mesa para mí. Y luego, justo cuando estaba a punto de decirte cómo me sentía, te acostaste con Yuna. La hermosa Yuna; rica, ingeniosa, la actual editora de FastPost, la revista en línea donde trabajamos, y hija de nuestro jefe.