Eres mi gata

Capítulo 24

Karol...

Abro los ojos tratando de ajustarme a la luz, cuando por fin lo consigo, me muevo para levantarme de la cama. Ruggero está abrazado a mi y sigue dormido, así que hago lo posible para no despertarlo. Cuando lo logro, me dirijo al baño y hago mis necesidades, después me lavo las manos y la cara.

Joder, tendría que decirle a Ruggero, pero aún no se cómo. No sé cómo va a reaccionar cuando se lo diga.

Salgo del baño y vuelvo hacia la cama. Lo veo estirarse bajo las sábanas blancas, ya está medio despierto, pero sigue con los ojos cerrados. Me meto a la cama y me acurruco en su pecho, dejando que me atraiga hacia él. Ya despierto, siento como besa mi cabello y yo juego con su pecho y abdomen desnudo.

—Ruggero, tengo que decirte algo —digo nerviosa y él parece despertarse por completo.

—¿Que pasa, hermosa? —pregunta, con la voz ronca.

Creo que me mojé de solo escucharlo.

—Me iré del país la próxima semana.

—¿Te vas de vacaciones con tus padres? —pregunta y yo niego, abrazándolo aún más fuerte.

—Mis padres quieren mudarse a Canadá.

Se queda callado y sin saber en qué momento, las lágrimas ya han salido de mis ojos.

—Entonces, ¿Ahora vivirás en Canadá? —pregunta en un hilo de voz y siento su pasada respiración.

—No... mis padres me mandarán a un internado en Suiza.

—No te irás —suelta y me abraza más a él —Tal vez suene egoísta, pero no dejaré que te alejen de mí. Además, no dejaría que estuvieras sola en otro país.

Lo miro y beso sus labios, yo tampoco quiero irme.

—No es egoísta porque yo tampoco me quiero separar de ti —digo llorando y lo abrazo aún más fuerte.

—Te quedarás a vivir conmigo —dice y yo lo miro, suena demasiado arriesgado.

—Pero... podrías meterte en problemas. No quiero que estés en la cárcel.

A pesar de su tristeza, él parece un poco divertido por mi comentario.

—Tendría que estar en la cárcel por cosas peores.

—Te amo demasiado... —musito y él trata de calmarme con las caricias que me brinda en la espalda.

—No te preocupes, mi vida... Lo voy a resolver —me estrecha más a él con sus brazos y yo sigo haciendo figuritas en su pecho —Pero tienes que estar segura de querer vivir conmigo, Karol, sabes que mi vida no es fácil.

—Me quedaré contigo, papi.

Él extiende su brazo hasta el buró, tomando su celular. Cuando lo tiene, le marca a un tal Agustín y le dice que necesita ayuda. Quedaron en que él vendría a hablarlo personalmente.

Nos quedamos un rato más abrazados y después Ruggero se levanta hacia el baño. Agustín llegaría pronto, así que hay que alistarse. Escucho el agua de la ducha y me levanto de la cama, solo quiero estar con él.

Abro la puerta del baño, tratando de no hacer ruido y lo miro a través de la cortina. Tiene los ojos cerrados, lavandose el pelo. Me muerdo el labio al verlo desnudo y como se le marcan los músculos con cada movimiento que hace.

No hay necesidad de quitarme la ropa, porque prácticamente dormimos desnudos, así que abro la cortina con cuidado y después me dirijo hacia su espalda.

Lo abrazo, poniendo mis manos en su abdomen y doy besitos por su espalda. Cuando siente mis caricias, se voltea, quedando frente a mi, ahora acaricio su pecho con tatuajes y la gran cantidad de cicatrices que tiene.