⌕ taekook : ‹3 TEA of luv ! ✧ (꒪˙꒳˙꒪ )

té de jengibre

jungkook había invitado a taehyung para tomar el té en su casa a las 4. estaba reproduciendo presentaciones de IU. tenía una real admiración a la trayectoria de esta solista, de sus performances únicos, de su registro vocal y composiciones. antes de ser diagnosticado con autismo, solía ser juzgado por pasar horas y horas viendo sus presentaciones, pensaban que era una obsesión, sin embargo, luego habían comprendido el hiperfoco que había desarrollado en su música.

llevo clases de canto por años, ya tenía conocimientos previos pues pasaba mucho tiempo en internet viendo tutoriales y con un especialista consiguió tener un amplio registro, aunque no solía sacarlo a la luz porque prefería pasar desapercibido, después de todo esa era la única manera de no ser molestado, ocultando su verdadero él, aunque sus rasgos eran más fuertes.

la puerta sonó y se levantó en automático a abrir sabiendo quien era.

— buenas tardes, koo.- taehyung sonreía.- sé que dijiste a las 4, demoré un poco porque no había encontrado las galletas que te gustan y sé que no consumes de otra marca y tuve que ir a otro supermercado, ¿cómo estás?

— tu cabello, es azul.- se hizo a un lado para dejar pasar al ahora peliazul.

— vaya, lo notaste.- soltó sarcástico.- ¿te gusta?

— te quedaba mejor el otro color por tu colorimetría, ya te lo había explicado con anterioridad.- se sentó en el sofa con ambos pies sobre este y rodillas flexionadas, amaba sentarse así.

— tan sincero como siempre.- dijo haciendo pucheros.- mañana vuelvo al color de antes, que más da quedarme calvo.

— no, me gustas como te ves así.- bajó la mirada con ambas mejillas sonrojadas mientras se volvía a poner de pie para servir dos tazas de agua caliente e ir a su habitación por dos sobres de té de jengibre, le gustaba ese toque picante, pero ameno.

— ¿qué quieres que hagamos hoy, jungkook?- dijo tomando un sorbo y haciendo una mueca por el sabor, de todos modos lo disfrutaba.

— sabes que hacemos los domingos, taehyung.- y era cierto, jungkook tenía una rutina para cada día de la semana, lo que solía variar era el sabor de té. a veces taehyung lo ayudaba a evitar esa rigidez mental que lo caracterizaba, recomendaciones del neuroterapeuta. 

— ¿y si... probamos algo nuevo? y-yo, traje un juego nuevo, en mi mochila. solo si quieres, si gustas podemos seguir viendo las peliculas de barbie, me gustan igual.- le regaló una sonrisa rectangular.

jungkook no respondió y siguió bebiendo su té. se sentía incómodo tomando el primer paso para cambiar las cosas predeterminadas, sin embargo, ya le ha pasado que gracias a empujones pequeños encontró cosas que le resultaban interesantes, como leer otros géneros que no sean solo historias de terror, actualmente disfruta leer romances.

— quiero verlo.

— está bien, kookie.- se levantó de la mesa para ir por aquella caja pequeña.- se llamo "uno" sé que prefieres leer primero las reglas.- le extendió el papel, empezando a ser examinado. iba leyendo las reglas y comprendió rápidamente de que iba. jugaba con su padre a las cartas cuando venía de sus viajes de trabajo, le recordó a "8 locos" y se sintió melancólico, hace mucho no lo veía.- ¿estás bien? estás... llorando.

"oh, ¿cuanto tiempo pasó?" pensó, sintió un suave tacto en sus mejillas. eran las grandes manos de taehyung, al principió se encogió en su sitio sorprendido por la sensación, que más que molestarle, la sintió cómoda.

— recordé a mi papá, es todo. quiero jugar a "uno", por favor.- sonrió en pequeño y taehyung empezó a repartir las cartas y pasaron horas y horas jugando.

taehyung sintió su pecho cálido al ver a jungkook reir mientras sus manos aleteaban o patear el suelo repetidas veces cuando ganaba, su emoción se manifestaba con ciertos stimming que taehyung amaba observar. pensar que consideraban exagerado su actuar, cuando jungkook solo era él mismo, todo su sufrimiento escolar fue por ser él mismo y su diagnóstico tardio no le facilitó las cosas, pero ahora jungkook abrazaba un poco más sus rasgos característicos.

— taehyung.

— dime, koo.- habían terminado otra partida y jungkook se veía contento, taehyung perdería cada juego siempre y cuando viera la sonrisa en jungkook, aquella de dientes frontales grandes y ojos entrecerrados.

— gracias.

— ¿por qué me agradeces, koo? no fue nada traer las cartas, me gustó que te hiciera feliz.

— por ser mi amigos. tú... tú eres mi primer y único amigo, diría "de verdad" pero se supone que si eres mi amigo eres de verdad, pero me refiero a que no me has usado como un chiste para caer bien o como recurso para alcanzar un fin. gracias por estar a mi lado, gracias por respirar también. 

— no me debes agradecer por nada, koo. quienes abusaron de ti no eran amigos, yo estaré para ti y no como un favor, porque de verdad te quiero mucho y quiero que seas muy feliz siendo tu. estaré hasta donde me lo permitas.- extendió su mano y jungkook tomó su dedo, dándole una sonrisa pequeña.

ver a taehyung le daba sensaciones inexplicables, le asustaba un poco, pero disfrutaba mucho de estar con él. algo apretaba en su garganta cuando lo veía socializar con otros, quería que su hyung esté solo con él, tenía ¿miedo? que al interactuar con neurotípicos los prefiera y termine siendo dejado de lado. 

no había sido consciente de su miedo al abandono hasta ahora.

— debo ir a casa, koo. mañana hay clases, de nuevo, ah y aún no sé ni que quiero estudiar. tengo solo dos meses para escoger.- se puso de pie, pero jungkook lo empujo a su asiento, como solía hacer.- ¿quieres que me quede a cenar?- recibió un asentimiento y se volvió a sentar.

jungkook preparaba la cena con sus audifonos mientras pensaba en que había hecho de positivo para tener un taehyung en su vida.