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Por un momento penso que su vida al fin podría ser feliz al lado de su esposo, habían llegado a una tregua para llevar la fiesta en paz pero aquello se veía tan lejano y utópico a la vez. 

Pensó darle la buena noticia sobre la llegada de su hijo, pero decidió mejor no comentar nada al presenciar una conversación detrás de la puerta de la biblioteca. 

Siempre su naturaleza era ingenua, una cualidad que le trajo muchos sufrimientos y penas desde que era un niño, pero nunca se quejó por las adversidades que se presentaron, siempre sonreía y se repetía que todo cambiará un dia. 

El día llegó tan rápido, pero tampoco duró lo que se esperaba.

Prácticamente nada...

°•○°•

En el risco estaba sentado contemplando todas las posibilidades de seguir adelante con el juramento al cual se vio obligado a cumplir, no podía negarse a la voluntad de Mr Wang, siempre fue bueno con el y lo ayudo en los momentos más difíciles de su vida. 

Gracias a él su madre tuvo un entierro digno y su hermana Xiao Ziyi estaba terminando sus estudios en Inglaterra sin ningún problema. El sacrifico lo vale, las humillaciones constantes por parte de la familia lo valía, pero ahora parecía que nada compensaba el mínimo sacrificio que hizo durante este tiempo.

Por un momento llegó a pensar que su esposo lo amaba como solía decirle en las noches desde hace un año, pero todo cambiaba al amanecer en donde lo ignoraba y dejaba que su madre y prima lo tratarán peor que a un sirviente. 

Pero no solo eso hizo que su corazón se derrumbara como una torre de naipes, el hecho de ser engañado y que su amor fuera tomado como una vil burla, hizo que mermara en lo más profundo de su ser. 

Su estado mental estaba destrozado y no tenía caso seguir adelante con un futuro que no pintaba nada bueno para su pequeño hijo que esperaba en su vientre. Exactamente hoy cumplía cuatro meses y no podía decir a nadie sobre su estado, porque sabía que lo obligarían a matarlo. 

Por un instante cruzo por su mente la idea de abortar, pero después de horas meditando todo lo acontecido decidió enfrentar todo lo que vendría. Tendría el apoyo de Yubin y de Liu si se los contaba y hasta la señora Dilmuraba lo ayudaría sin pensarlo. 

Aquella mujer le tomó mucho afecto llegando a ocupar el lugar del hijo que perdió por culpa del alcohol

Tenía de donde escoger si quería irse de aquel infierno y empezar de nuevo, quizás no con los lujos pero si con dignidad y libremente sin ser humillado o cuestionado a cada minuto. Sería su vida y no la de nadie más. 

-No puedo rendirme tan fácilmente. -acariciaba su vientre-. Debo seguir por ti Baobei. Saldremos adelante. 

Levantándose del lugar donde estaba sentado desde hace algunas horas, pensando en todo lo que fue su vida hace tres años desde que aceptó ser el esposo de Wang Yibo, se sintió con un poco de ánimo al saber que pronto no habría más sufrimientos o desdicha en su vida.

Ya no estará nunca mas solo en la vida, sobretodo en aquella mansión donde le declararon la guerra directamente, ahora tendrá alguien por quien luchar y no dejarse someter ante las injusticias que cometían vilmente sobre su persona. 

Un nuevo Xiao Zhan nacía, se sentía con mejor ánimo después de pensar en las grandes cosas que podría hacer con lo poco que aprendió. No necesitaba de mucho para ser feliz y lo mismo se le enseñaría a su hijo. 

-Estas aquí.

-¿Cómo supiste donde encontrarme Kuan Ge?

-caminando en dirección a él-. Te conozco Zhan y es imposible no saber lo que harás. Vamos a la mansión, es muy tarde para que estés fuera en tu estado. -mirando su vientre-. Puedes enfermar. 

-¿Cómo te enteraste? -sus ojos de abrieron ante el horror de verse descubierto-. 

-Descuida, nadie sabe tu secreto. Tu pequeño ya no corre peligro. Hable con mi prima y puede ayudarnos a ocultarte para que no sospechen. 

-No respondiste mi pregunta.

-En el camino te cuento todo. -tomando su mano-. Es muy tarde para estar fuera de la cama y de todos modos estoy decepcionado. 

-Lo siento, pero no quería involucrarte para no generar más problemas.

-Niño tonto. Jamás me causarías problemas. -acaricio su cabeza-. Siempre puedes confiar conmigo y con Yubin. 

°•○°•

La noche se sentía fría y distante, muchas noticias reveladas en cuestión de horas fueron demasiado para asimilar en tan poco tiempo, pero podrían soportarlo al ser de carácter fuerte y aguerrido la familia Wang. 

La sorpresa era de imaginarse, al pensar que hace tan solo un año había muerto su amado esposo y no supo ni siquiera dónde está enterrado por decisión del propio Mr Wang. 

El rostro inexpresivo de Madam Wang era digna de admiración para todos al saber que su reinado malévolo llegó a su fin; sobretodo Yubin estaba pensando en las posibilidades que tenían para bajarla de su nivel de altanería que llegó a escalas exageras, en menos de lo que se esperaba. 

-Debo admitir que tienes buen gusto al escoger la frase en mi tumba querida.

El tono sarcástico no pasó desapercibido por Madam Wang, conocía perfectamente con quien se casó hace quince años y no le gustaba para nada la idea de que estuviera vivo. Lo amaba pero no lo admitirá delante de todos. 

-¿Por qué?

-¿No te alegra verme vivo?

Lo único por lo cual optó fue en hacer una cripta y realizar misas mensuales por su alma para callar las murmuraciones y lograr que su alma este en paz.  Todos los viernes iba sin falta  y lo visitaba con su nieta Lizy, la cual era el vivo reflejo de ella más que de su madre fallecida Cheng Xiao. 

-¿Dónde estuviste todo este tiempo yĕye? Todo este tiempo te creímos muerto.

-Donde estuve no importa Lizy. Lo que debe alégrate es que este vivo. -sonriendo-. O ¿Quizás querías que muriera como Madam?

Mi primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora