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Mr Wang no paraba de sonreír con aquella foto que le había mandado Zhan, se le veía muy lindo y adorable con su pancita de cinco meses, las ecografías eran las que más tiempo pasaba admirando, tanto que en un descuido su esposa lo encaró.

Al final lo que tanto deseaban evitar se cumplió y Madam Wang no podía asimilar que el fruto de su hijo estuviera con el bastardo. No podía hacer nada de todos modos por el avance del embarazo, pero podía hacer algo cuando nacieran los engendros.

Al final resultó que eran dos preciosos gemelos los que llevaban en su vientre, dos hermosos tesoros que serían la dicha de la pequeña familia Xiao. Reba por su parte había acondicionado una habitación para los pequeños que nacerán en pocos meses.

Ziyi y su esposo estaban maravillados por sus sobrinos, y estaban animando a tener uno propio, pero primero practicarán con los hijos de Zhan antes de aventurarse.

-¿Cómo está la mamá más sexy del planeta?

-sonrojándose-. Cállate Yubin. Además no soy sexy. Estoy hecho una pelota.

-No eres una pelota. -refutó Zhuo Cheng-.

-Lixue dijo eso. Y los niños no mienten.

-Esa mocosa de mierda no sabe nada y además tiene miopía. No puedes confiar en su palabra sino puedes ver bien con ayuda de sus lentes.

-A Cheng. Cuida tus palabras. Estás hablando de tu sobrina. -dijo Ziyi con pena-.

-Me vale que sea mi sobrina YiYi. Esa mocosa es una malcriada. No entiendo como diablos Hao Xuan no le dan un buen par de nalgadas.

-Será que son sus padres y siempre tratarán de corregirlos con palabras. -dijo Zhan mientras comía un par de fresas-. No siempre los golpes son una buena opción.

-A mí me vale las palabras. Los niños de hoy en día deben respetar así sea por las malas.

-Estoy pensando en si debo tener hijos contigo.

-No me malentiendas. Pero ahora los mocosos no respetan y si tenemos un hijo lo tratábamos como nos enseñaron a nosotros. A la primera le dices y si sigue con sus majaderías quien hablará será la mano y la correa.

-La vieja escuela jamás la tuvieron que aprender todos. Nosotros si entendíamos a la primera. -dijo Ziyi-. A veces es cuestión de saber decirles las cosas.

-Tienen razón los hermanos Cheng. Hoy en día hay técnicas para saber hacerles entender. No se necesita ser un troglodita. -inquirió Yubin-.

Todos reían por lo que sutilmente se le dijo al serio de Zhuo Cheng. Pero la algarabía quedó pasmada cuando vieron entrar a un invitado no deseado en la casa.

La mayoría no salía de su asombro y desconcierto, sobre todo Xiao Zhan al verse expuesto de la manera más absurda frente a la persona que le hizo la vida miserable en la mansión Wang.

-¿Qué haces aquí? ¡¿Quién te dejó entrar?!

-No vengo con más intenciones. -mirando a Zhan-. Vengo para hablar contigo de algo importante.

-Yo no tengo nada de qué hablar con usted. Retírese de esta casa antes de que llamemos a la policía.

-Sé que no confías en mí, pero debes saber algo que está relacionado con tus hijos. De verdad no estaría aquí si no fuera importante. Se lo debo a ti y a Yibo.

-¿Qué quieres tú con mis sobrinos? No te atreves a hacerles algo porque puedo destruirte. -dijo molesta Ziyi-.

-No vine aquí con malas intenciones. De hecho vengo a disculparme por todo lo que te hice. -mirándolo con cierta pena-. Pero también debo prevenirte sobre alguien que desea hacerte daño.

-¿Alguien? De qué hablas Yi Ling.

-Mira, solo diré que debes tener cuidado. Madam Wang sabe sobre tus hijos y tiene pensado quitárselos para desaparecerlos.

-¡¿Qué?! -palideció por lo dicho-. ¿Cómo se enteró?

-No se muy bien, pero escuche que descubrió a mi shufu con unas fotos que enviaste y saco sus cuentas. Ella no es tonta y hará lo posible por destruirlos. -mirando a Yubin-. Debes tener cuidado a partir de ahora. Ella ya sabe que estás ayudándolos y no saben de los alcances de Madam.

-¿Por qué nos dices todo esto? No te beneficiaria que desaparezcan los niños. -dijo Ziyi con cierta molestia-. ¿A qué juegas?

-Madam Wang también me usó e hizo creer que era su favorita. Pero ella jamás permitirá que yo esté con él. -miraba el piso-. Ella nunca pensó que tanto tú como yo fuéramos dignos de su hijo.

-Esa mujer siempre se creyó superior. -susurro Yubin-. Es peor que una plaga.

-Lo sé. Pero ya les advertí. Me tengo que ir y felicidades por tu embarazo.

-Espera un momento.

-¿Qué pasa Zhan?

-mirando su abdomen-. Tu estabas embarazada según recuerdo.

-Sobre eso...

-Acaso era mentira o ella hizo algo con tu hijo.

-negando-. Para nada. Nunca estuve embarazada.

-¿Inventaste todo este tiempo? Eres realmente mala ¿Cómo pudiste hacer eso? .-reprocho con cólera Yubin-.

-De hecho yo también creí estar embarazada, y fue un embarazo falso por así decirlo. Pero eso es otro cuento. Me debo ir porque me esperan. -sonriendo a Zhan-. Espero que algún día Yibo y tu vuelvan a estar juntos. Ambos se aman.

-No lo creo...

-Quien sabe pero bueno. Espero que seas felices con sus hijos. Sería lindo algún día volver a verlos juntos. Adiós.

Yi Ling se fue de la mansión dejando a varios con sentimientos encontrados. Demasiado por asimilar y poco tiempo para procesar. Debían mantenerse vigilantes ante la amenaza inminente de Madam Wang.

Hasta cuando debían soportar el veneno de esa mujer. Nadie entendía el odio desmedido de esa mujer para con su familia, ni siquiera Ziyi pensaba que existieran personas tan perversas como ella capaces de hacer tantas cosas absurdas.

°•○°•

-¿Qué pasa A Die? Porque me mandaste a llamar.

-Hijo. Necesitas saber algo muy importante.

-¿De qué se trata?

-Es sobre A Zhan.

-No quiero hablar de él. -levantándose de su asiento-. Si es por eso que pediste que viniera, será mejor que regrese a mi casa. Mi hija me espera y...

-¡Zhan tiene cinco meses de embarazo!

-¿Qué dijiste? Zhan es hombre A Die. No hagas ese tipo de bromas.

-Recuerdas a tu primo Darren.

-Si, claro que lo recuerdo.

-El desapareció por varios meses y después apareció con una bebe en brazos. Todos pensamos que había sido abandonado por su esposa, pero era mentira.

Yibo no podía salir de su asombro, jamás pensó que un hombre podría dar vida. Por lo menos en la vida real era imposible, pero sus pensamientos frenan de repente ante lo dicho y no dudó en atar cabos.

-susurrando-. Dijiste cinco meses.

-Si. Y son tus hijos. Serás padre de gemelos. 

Mi primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora