< 4 >

91 31 8
                                    

Madam Wang estaba echa una fiera al enterarse de que tendrá un bastardo en la familia. Para nada le hizo gracia enterarse de aquella noticia y sobretodo que Zhao Li Ying le quisiera ver la cara todo este tiempo.

Jamás perdonaría a Zhan por ocultar dicha información y si se iba de la mansión, no se iría precisamente como planeaba. Lo enfrentaría y ajustaria cuentas que desde hace tiempo deseaba saldar.

Aprovechando que vio al azabache que iba con su maleta dirigiéndose por las escaleras, decidió enfrentarlo ahora que no había nadie por loa alrededores. Mr Wang debió salir por una llamada de último momento, Liu acompaño al señor y Yubin estaría durmiendo en su recámara.

Por Li Ying no debia preocuparse al ser sacada de su casa hace horas y por su nieta, sabía que saldria a una fiesta, además su hijo cerró la puerta de la habitación para sumergirse en su miseria. El camino lo tenía más que libre para actuar sin levantar sospechas.

-Parece que resultante peor que yo. Al menos siempre te mostramos nuestra verdadera naturaleza. Pero tú como siempre mantuviese tu papel de pobre huérfano. Pero eres una víbora.

-No quiero pelear con usted Madam. -caminando por el pasillo-. Ya me voy de su mansión como tanto deseaba y no tendrá que verme nunca más. Al final se cumplirá su voluntad.

-Lo sé pero escuche la conversación que tuviste con mi hijo. -cruzándose de brazos-. No me queda claro porque fuiste capaz de esconder el hecho de que mi hijo será padre ¿Acaso pensabas usar esa información en su contra? Vaya que eres peor que mi suegra.

-Se equivoca nuevamente Madam. -deteniendo su andar-. Jamás usaría a un niño con esos fines. Nunca haría algo así.

-No te creo. -tomo su brazo-. Eres igual que tu madre, una oportunista y embustera. Por eso pusiste embaucar a mi esposo.

Madam Wang no andaba con rodeos, siempre mostró su disconformidad con Xiao Zhan desde el principio y no pararía hasta hacer su vida un infierno por lo que le resta de vida. Debía de admitir que entre Zhao Li Ying y el, aceptaba un poco a la pelinegra por haberla salvado de una muerte anunciada.

Le debía prácticamente la vida al ser la donante de hígado, por desgracia había algo que las unía, pero no seria un pretexto para aceptarla como la esposa de su hijo, cuando ya tenía una candidata para su hijo y no importaba lo que haría para sacar del juego a Zhao Li Ying.

-siseando de dolor-. Suélteme o no respondo Madam.

-Aun no acabo contigo, recuerda por más que mi esposo este con vida, no cambia nada. Si te atreves a regresar, créeme no seré tan indulgente como ahora.

Madam Wang se retiro del lugar dejando a un Zhan conflictuado con las palabras que le lanzó, ahora más que nunca se alegraba de que nadie supiera su estado. No sabría que podría hacerle a su hijo.

-Debo irme de aquí cuanto antes. -susurro-.

-No tan fácil, aun no acabo contigo.

Nadie sabía qué un paso en falso podría traer ciertas complicaciones a la situación tensa que se vivía por el momento. Las decisiones precipitadas de Li Ying serían nefastas al revelarse la verdad de su estado.

-¡Noo!

-¡¿Qué sucedió?! ¿Qué son esos gritos?!

Todos salieron de sus habitaciones por el grito que retumbó por la mansión, el piso estaba manchado de sangre con el cuerpo sangrante de Li Ying. El horror en el rostro de Wang Yibo era inmensa al saber que había la posibilidad de perder a su hijo.

¡¿Qué hiciste Xiao Zhan?!

-Yo no hice nada. -negando y llorando-. Lo juro. Debes creerme.

Yibo corrió hasta donde estaba Li Ying inconsciente en el piso y movió un poco su cuello para saber si tenía pulso.

-Li Ying reacciona porfavor. ¡Llamen a una ambulancia!

Madam Wang corrió hacer lo que pidió su hijo, no debia dejar que llegarán y la salvarán. Debía retrasarlo y así se evitaría que nazca el bastardo que de todos maneras desapareceria cuando naciera.

Zhan le había ahorrado mucho con la caída de Li Ying. Por lo menos con esto, se había ganado en algo tiempo para descansar y planear bien las cosas.

La hora de actuar había empezado y debía dejar en claro que tuvo siempre la intención se hacer daño. Ella había visto como se desarrollaron los sucesos y era la única testigo que podía probarlo. Agradecía que su esposo se fuera y no estuviera para que pueda salvarlo.

-Eres muy cruel ¿Cómo pudiste meterte con una mujer embarazada?

-¿Cómo sabes eso A Niang?

-Los escuche discutir. No fueron para nada silenciosos. -miraba con recelo a Zhan que estaba estático-. ¿Por qué no dices nada? No me digas que ahora te arrepientes. Eres un maldito asesino.

-¿Cuándo demorará en llegar?

-En unos quince minutos. Eso fue lo que dijeron cuando llamé.

-Li Ying no tiene minutos. -cargandola-. La llevaré yo mismo al hospital. Necesite que manejes A Niang. Vendrás conmigo.

-Yibo de verdad no hice nada ¡Créeme porfavor!

-No quiero verte cuando regrese Xiao Zhan y ruega para que mi hijo no muera.

-¿Qué dices?

-Lo que escuchaste...

°•○°•

-abrazando a su suegro-. Gracias por todo.

-No tienes nada que agradecer. -tomando sus brazos-. Te debo tanto y en cambio yo solo traje miserias a tu vida muchacho. Me arrepiento de pedirte ese favor.

-No tiene porque agradecer nada. Es algo que debía hacer por todo lo que nos a ayudado. -mirando a Ziyi-. Ahora ZiZi no sería la gran abogada que es ahora.

Ziyi sonreia por el cumplido de su hermano. Jamás lo defraudó y aprovecho todo lo que se le dio. Ahora que estaba en mejor posición debía apoyarlo como a su futuro sobrino. Ellos serían su principal prioridad.

-No se sienta mal Mr Wang. Como dijo mi hermano, nosotros estamos en deuda con usted siempre y no dude en pedirme ayuda en cualquier asunto legal.

-Eres una buena mujer Ziyi. Te pareces mucho a tu madre. -entregando su tarjeta-. Ahora debo preguntar algo antes de que se vayan.

-¿Qué desea saber?

-¿Piensas decirle sobre...

-No. El no me creeria y además estoy dolido por como me trato. Casi pierdo a mi bebé por culpa suya. -miro hacia la pared recordando lo que paso hace unos días-. El desde el principio hizo su elección.

-No justifico a mi hijo por lo que te hizo. Pero puedo comprender su actuar, pero no lo apruebo. Aunque eso no quita el hecho de que algo los unirá siempre.

-Nada cambia mi decisión. Y creo que es lo mejor para todos. Además, temo que Madam pueda hacerle algo a mi hijo. 

Mi primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora